Efemérides

A 25 años del crimen de José Luis Cabezas ningún condenado esta preso

El reportero gráfico fue asesinado el 25 de enero de 1997; ni el autor material del homicidio, Gustavo Prellezo, policía bonaerense cuya condena no está cumplida, esta preso. José Luis está muerto y ellos libres.

El asesinato de fotógrafo que conmocionó a todo el país fue un claro mensaje mafioso contra la libertad de prensa y expresión. Por ello, quienes trabajamos en esta hermosa profesión, pilar fundamental del sistema democrático seguimos pisiendo: «No se olviden de Cabezas».

La impunidad de ese asesinato es tal, que a pesar de los años transcurridos, a pesar que Prellezo fue condenado a perpetua, ya goza de la libertad condicional y trabaja como abogado. Gladys, la hermana del fotógrafo presentó la denuncia y el Colegio de Abogados le revocó la matrícula debido a que la condena no se agotó.

El resto de los policías condenados, Aníbal Luna y Alberto Pedro Gómez, comisario de Pinamar en el momento del homicidio, están en libertad hace casi diez años. Luna vive en General Madariaga y Gómez, en Valeria del Mar. Sergio Camaratta, el otro policía sentenciado, murió en la cárcel.

Gregorio Ríos, jefe de seguridad de Yabrán y exmilitar, condenado a prisión perpetua, trabaja como capataz en una estancia, en Corrientes. En tanto que Héctor Retana, uno los cuatro integrantes de la banda de Los Hornos, murió en la cárcel. Los otros tres, Horacio Braga, José Luis Auge y Sergio González, recuperaron la libertad, pero el último de ellos volvió a ser detenido en una causa por drogas.
A José Luis Cabezas lo mataron, cuando tenía 35 años, por su trabajo como fotógrafo.  El juez de Dolores, José Luis Macchi, estableció en aquel momento que ese fue el motivo que llevó a Alfredo Enrique Nallib Yabrán, uno de los empresarios más poderosos de la Argentina de entonces, a ordenar que asesinaran al reportero gráfico de la revista Noticias.
Cabezas logró ponerle rostro al enigmático hombre de negocios que potenció exponencialmente sus empresas durante la gestión de Carlos Menem como presidente de la Nación.
Su cuerpo carbonizado, esposado y con dos balazos en la cabeza fue hallado dentro del Ford Fiesta que le había alquilado la editorial para la que trabajaba, en el fondo de una excavación vial en un camino vecinal de General Madariaga. Hasta allí lo llevaron los sicarios que durante diez días lo siguieron por Pinamar. Lo secuestraron cuando salía de la fiesta de cumpleaños de un empresario postal y el policía les pagó US$4000 para que lo mataran en cumplimiento de la orden de Yabrán.
Cuatro días después el entonces ministro de Economía Domingo Cavallo

presentaba un nuevo informe en el Congreso de la Nación sobre la supuesta mafia enquistada en el Gobierno por las empresas adjudicadas a Yabrán. En las denuncias que presentó desde agosto de 1995, el ministro de Economía se refirió a Yabrán como el supuesto líder de las mafias enquistadas en el poder.

El 25 enero, los cuatro integrantes de la banda de Los Hornos, contratados por Prellezo. secuestraron a Cabezas, lo obligaron a subir al Ford Fiesta y, seguidos en el automóvil de Prellezo, abandonaron Pinamar rumbo a la cava de General Madariaga. El comisario Gómez se había encargado de liberar la zona de policías. Ningún uniformado detuvo la caravana. En el trayecto, se sumó Prellezo. Al llegar a la cava, hicieron bajar a Cabezas del auto y el policía lo mató de dos balazos. Después, rociaron con nafta el Ford Fiesta y huyeron. A las 5.25, uno de los jefes de la custodia de Yabrán recibió el llamado en el que comunicaron que habían matado al fotógrafo.

Cuando el juez dictó la orden de captura de Yabrán, como presunto autor intelectual del asesinato de Cabezas, el empresario después de pasar cinco días prófugo, rodeado por la policía, se disparó un escopetazo en la boca en el baño de una de sus estancias de Entre Ríos.

Muchos creen que el cadáver no era de él y aún insisten en que Yabrán no está muerto. Pues mucho menos lo esta José Luis.

José Luis Cabezas, Presente!

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