Julio Alberto Cantuarias, fue propietario de la Merceria “San José”, sobre la Avda. Tapia de Cruz. Estaba entre la Carnicería La Modelo y la casa de la familia Marzziano. Había nacido en San Juan y Boedo, Capital. Luego se mudó con su familia a Garín hasta que recalo definitivamente en Escobar. Había sido imprentero de joven. Pero siempre fue poeta.
Pariente de Fernando Ochoa, amigo de Julián Centeya, y otros monstruos del arrabal porteño. Su hermano, músico también, Juan Cantuarias, venía componiendo desde hace rato. El tema, es dar un batacazo. Y lo dió, con Padrino Pelao. La música es de enrique Delfino (Delfi). Enseguida es tomado por Tita Merello y lo estrena en El Conventillo de la Paloma. Era un sainete con música. Los novios. Los vecinos, los chicos en la vereda. Los colados. El padrino, que arrojaba monedas a manera de alegría por el “casorio”. Y luego lo cantaron casi todos: Charlo, etc. Menos uno…Gardel…Y es ahí, donde se encuentran Gardel y Cantuarias, en las escaleras mismas de Sadaic. Y este dialogo se produjo:
-Que hace Pibe! Dice Gardel
-Hola Carlos! Le dice Don Julio Cantuarias
-Porque no me diste el tango a mi che?
-Mira, esas son cosas del Delfi (por Enrique Delfino el musicalizador)
Era costumbre, no tocar una pieza musical por mucho tiempo, si había sido interpretada por otros…Pero Gardel, no hizo caso. Le gusto la letra, la música, el clima de broma. De chacota de la época. Y también lo hizo suyo. Y todavía se escucha, y todavía están aquellos cantando: “uy dio!, que de minas, esta todo alfombrao” y aquellos pebetes, gorriones de barrio, acuden gritando Padrino Pelao”.
Profesor en Historia y escritor escobarense.
