Interés General

Fortín Malvinas

Por VGM Enrique Oscar Aguilar

 

El ARA BOUCHARD EN COMBATE DURANTE MALVINAS

Parte II

A las 17:10 hs., se repite el mismo “PIN” y esta vez se logra una escucha hidrofónica de actividad submarina, captándola con el sonar en recepción pasiva ya que este no podía emitir en forma activa por las averías que le provocara el torpedo del 2 de mayo.

Cerca de las 18:00 hs comienza a oscurecer. Pasan los minutos y el viento frío nos obliga a buscar refugio bajo los cañones dobles de la torre III.

Ya es de noche cerca de las 19:00 hs. cuando avisan por los teléfonos que hay señales de submarino en la zona… que por el momento el radar no ha captado nada en superficie pero que hay actividad. A estribor un resplandor anaranjado señala la costa. Se sucede un intercambio de preguntas y dudas con lo que está sucediendo.

Mientras tanto en el CIC (Central de Información de Combate), uno de los radaristas, el CSOP Carlos Pínnola detecta una débil señal en el radar, entre las 19:05 y 19:10 hs… para las 19:12 hs. la intermitencia de la señal se convierte en  tres ecos nítidos  que la pantalla del radar dibuja como puntos con una “V” que se corresponde a botes de goma, lo que es verificado por otros experimentados camaradas… Los ecos comienzan a moverse a una velocidad sostenida de 18 nudos con rumbo 340º, lo que por la sincronización, hace descartar que se trate de fauna marina… los ecos manteniendo la misma formación y velocidad, cruzan frente al DEBU a 1200  yardas de distancia. Estos se van alejando hasta las 3000 yardas del buque en dirección a la costa.

A las 19:14 hs. se ordena a la dotación cubrir puestos de combate. Y pocos minutos después, a las 19:18 hs., se detecta un rumor hidrofónico al azimut 070º. En esos momentos  los ecos detectados abarcaban un arco de azimut de 350º hasta 010º, y a una distancia de 4000  yardas.

A las 19:22 hs. el radar de control tiro MK 25 logra fijar los blancos y se solicita al Comandante del Piedrabuena autorización para abrir fuego. Justo en esos momentos en popa, los AS nos despegamos un par de metros de la torre III al escuchar el ruido de motores. La torre comienza a virar rápidamente de banda a banda mientras los artilleros parecen probar el alza de sus cañones… pregunto por los teléfonos qué está pasando y me contestan que algo está emergiendo… que el radar enganchó un submarino en superficie y están desembarcando… los muchachos me preguntan inquietos si van a “tirar” con las torres porque la torre III se sigue moviendo encima de nosotros… pregunto y desde el otro lado de la línea me dicen que SÍ, que van a “tirar”… y mientras a los gritos les comunico a mis compañeros, ya estoy desconectando los teléfonos… ahí uno de ellos grita “¡Al tambucho!” y nos zambullimos por él hacia el sollado de popa. No hay nadie en el sollado… todos cubren puestos de combate. Por los teléfonos me indican de un submarino a corta distancia y botes que se dirigen hacia la costa. El Bouchard da máquinas avante virando a babor estando anclado, mientras los «chafas» de MS tratan con premura de cobrar la cadena del ancla de estribor, que entonces comienza a ser arrastrada. Se puede advertir esa sensación de movimiento y fuerza del buque en las piernas.

19:25 hs… llega la autorización para abrir fuego con la batería principal –torres I y II de proa-. En esos momentos las torres I y II se encuentran en posición de operación manual, por lo que aquí cuenta la habilidad y rapidez del operador de sincronizar los cañones de manual a automático para ser guiados por el sistema de control tiro. Y es entonces que las baterías abren fuego sobre un blanco real por primera vez dirigiendo las descargas por aleta de babor, aturdiendo a los muchachos de MS que siguen luchando con el ancla que garrea. El sacudón de las descargas en proa parece potenciarse hacia la popa. El CIAS Francisco Funes que cubría el proyector de erizos de esa banda –detrás de la torre II debajo del puente de mando-, no alcanza a alejarse y es lanzado contra una porta por la onda expansiva de la primera descarga de la torre II. Mientras el Bouchard maniobra, los blancos siguen su avance.

Guiados desde el CIC, los piques de los proyectiles que al principio quedaron cortos, comienzan a caer sobre los blancos. El Comandante ordena al timonel poner proa hacia el punto aún con maniobra de levar ancla sin concluir. Uno de los blancos desaparece de la señal de radar en el centro de los impactos y el resto detiene su avance, cambiando el rumbo en dirección al objeto nodriza de donde se desprendieran en principio. Si bien hasta antes de comenzado el cañoneo se encontraba de guardia la torre I, es la torre II la que inicia el fuego adelantándose a la primera. El entonces CSAR Mario Kelly apunta en forma manual la torre II y sincroniza con el apuntador automático que coordina ambas torres. Al estar ausentes los servidores de proyectiles (no estaban de guardia y se encontraban fuera de la torre), M. Kelly y su compañero corren cubiertas abajo para proveerse de más proyectiles. Al llegar con las municiones al hombro y cargar los cañones, se produce un alto el fuego. Algunos camadas de control tiro recuerdan que la línea de tiro se acercaba peligrosamente a la posición del ARA Piedrabuena, lo que aparentemente influyó en el cese del fuego. Continúa…

 

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