COLUMNA DE OPINION

Fortín Malvinas

Por VGM Enrique Oscar AGUILAR

 

Nota realizada por la Agrupación “HERENCIA MALVINAS ESCOBAR” (Integrada por Hijos de Veteranos de Malvinas de Escobar

Ciclo de Charlas

Invitado N° 19 VGM Claudio SANCHEZ

Claudio nació en Escobar un 14 de diciembre de 1963 y vivió toda su vida en Ingeniero Maschwitz. Hijo de padre ferroviario y madre ama de casa; Los 5 primeros años estudio en la Escuela Nº13 de Maschwitz y termino la primaria en Benavidez. En el año 1977 entro al colegio Belgrano como bachiller y comienzos del año 1979 entro en la Escuela para Apoyo de Combate Gral. Lemos hasta que egreso a fines de 1981.

Noticia de Malvinas:

 Llego a su lugar de trabajo en Villa Martelli, en el batallón logístico 10 a las 07:00 am, tomando un mate cocido y mirando Crónica Tv, su primera reacción fue asombro (Destaca, que Malvinas siempre estuvo en su corazón, recordando en 5to grado haber realizado un trabajo sobre ellas). ¿Se preguntaba y ahora qué? Así pasaron los días hasta el 9 de abril, cuando dan aviso a su grupo que salían hacia las Islas de forma urgente.

Su función durante la Guerra era la reparación y mantenimiento del material. Llegaron el 14 de abril aprox. Un Viernes Santo. Cuando bajo al Aeropuerto sintió un clima que jamás había sentido, llovizna, sol, viento, todo cambiante de un rato para el otro. La primera noche la pasaron en el aeropuerto y al otro día en un galpón que estaba a mitad del camino del pueblo, los demás días hasta su finalización lo pasaron en una usina eléctrica del pueblo. Ahí realizaba su trabajo y a veces lo trasladaban a las posiciones. Tenía la responsabilidad de que todo funcione y también realizar trabajos e inventos para ayudar a las demás fuerzas. (Ejemplos: “La Cohetera” de un Pucara que fue montado en una pluma para levantar motores, y después se enviaban a la Fuerza Aérea; Las ametralladoras de los aviones derribados las colocaban en algunos vehículos de custodia, reparación de ametralladoras de guardacostas, etc.) El 1º de Mayo fue un día muy marcado para Claudio, él destaca que ese día conoció el miedo real, hasta llegar a un punto que te terminas acostumbrando; Cuando empezó el ataque no podía dominar el cuerpo estuvo, así como seis horas, con el tiempo se enteró que esa sensación era pánico. Cuando pasan horas y días de esa sensación te terminas acostumbrando a las bombas, los aviones, los tiros y todo lo que transmite la guerra. El 14 de junio habían dormido muy poco por distintas causas, los bombardeos hacia su posición eran constantes, el día anterior también habían sepultado a dos compañeros. Veía como tropas inglesas llegaban por detrás a unos mil metros, hacia esa dirección estaba todo el campo con explosivos para ser detonados por cables haciendo un frente de doscientos metros, solo esperaba a que lleguen ahí, un sentimiento encontrado, pero no por ganar la guerra si no, por la impotencia de perder a sus amigos y en ese momento no le importaba nada, era más fuerte el dolor.

Finalmente llega la orden de rendición, fueron al centro del pueblo y los alojaron en una especia de gallinero, prendieron una fogata y replanteándose de entregar sus armas al enemigo, decidió ponerlas al fuego incitando a sus compañeros hacer lo mismo, así por lo menos al momento de la entrega no servirían más. Ahí pasaron la noche, recuerda que fue la primera noche que vio nevar, y lo único que pensaba era en que tuvieron que entregar la tierra donde habían enterrado a sus compañeros. Fue agrupado junto a otras unidades hasta que fueron llevados al muelle para embarcar a una lancha y abordar el Buque Camberra. De camino al lanchón arrojo su casco al agua con la esperanza de que algún día lo recuperaría.

La vuelta: Sabor a dulce y amargo

Luego de un viaje extenso, de camión, avión, etc. Un domingo 20 de junio (Dia del Padre) durante la mañana se encuentra a un conocido de su barrio que le pide que avise a su familia que pronto volvería. Finalmente llega un lunes a las 21.00 horas y todo fue alegría, recuerda que fue con sus papas a la casa de sus abuelos y a los vecinos más allegados de su barrio. Pero al pasar los días tuvo que soportar comentarios de compañeros de trabajo tales como: “si yo hubiese estado ahí” (haciéndose los Rambo)., con la llegada de la democracia empezaron los desfiles y reconocimientos, pero con el tiempo nos dice Claudio que se dio cuenta que solo era para la foto del 2 de abril. En el año 1985 comienza su vida civil.

A nuestro Héroe Claudio Sánchez la guerra dejo consecuencias, los recuerdos comenzaron a aparecer, cada día se hacían más frecuentes, a veces esto provocaba miedo a su familia, sus reacciones, los recuerdos le machacaban la cabeza, en las fiestas la pirotecnia lo ponían en alerta, no podía dejar de ver a los aviones que pasaban. Hasta que un día decidió pedir ayuda, fue uno de nuestros Héroes que sufrió la total ausencia del Estado. Luego de unos años fue diagnosticado con estrés post traumático Crónico. Esto en la empresa donde trabajaba fue mal recibido y recibía malos tratos por ser Veterano de Guerra, hasta que después de veintitrés años decidió renunciar. Las consecuencias lo hicieron perder el trabajo, la familia. El siente que la Guerra solo le dejo Patriotismo y medicación de por vida, una pensión y una medalla. Con el pasar del tiempo Claudio pudo rehacer su vida y hoy tiene a su pareja actual quien lo ayuda a sobrellevar el día a día y para que la vida sea más llevadera. A pesar de todo esto si le preguntamos si volvería a Malvinas, Claudio sin dudarlo dice si, hay algo allá que todavía no pudo cicatrizar sus heridas internas.

Actualidad:

 En la actualidad el Veterano Sánchez disfruta de su Familia, con algunos días de mal humor, depresión, silencio, recuerdos, culpas, etc. Pero hoy esos días son más tolerables.

Claudio trabaja de auxiliar docente como mucho de nuestros Veteranos en una Escuela, donde encontró sus ganas de ayudar y transmitir quien fue y quien es; Trabajar con chicos con o sin necesidades le abrió la cabeza y lo ayuda a comprender que no está solo en el mundo.

Claudio nos deja una reflexión: Que la vida es más fácil de lo que uno piensa, con esfuerzo se puede resolver. Solo el dolor de las pérdidas de un familiar o amigo es lo que no tiene solución.

 

Realizado por: Vanesa CARDOZO

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