Lo que la boca no consigue pronunciar, los ojos nos lo dicen, si los sabemos observar. Las lágrimas son, a veces, son una catarsis, una liberación, una forma de manifestar que nadie se basta a sí mismo, como si no necesitara a nadie, o de nada. Pero las lágrimas también pueden interpretarse como un acto de humildad, no de debilidad; como una confesión de franqueza humana… Como están aquellos que lloran por cualquier cosa y los que se avergüenzan de llorar, hay quienes las lágrimas reflejan un acto de esperanza, de ternura, de alegría, de dolor, de liberación y hasta de amor; porque a través del llanto podemos comunicar nuestros sentimientos.
El llanto es un comportamiento, una respuesta emocional que se traduce al llorar, sea por lágrimas o sollozos cuando, por ejemplo, alguien te decepciona. Pero es importante que, después del llanto y con calma, se tomen decisiones con calma y se procesen las emociones.
Es muy probable que una persona que haya llorado mucho por haber sido herida demasiado, en su rostro se vea reflejada su tristeza, su dolor; pero existen otras que lo expresan de una forma mucho más bonitas, porque han alcanzado la paz.
El poder llorar es testimonio de una gran capacidad de compadecerse en una situación de crisis; por lo que no las neguemos ni ignoremos, ellas pueden ser de enojo, de agotamiento, de ansiedad o de dolor y, por qué no, de insensibilidad… Sea de la forma que sean, que podamos expresarlas con personas que puedan ayudarnos a procesarlas porque, ellas, se preocupan por nosotros.
¡Que precioso es percibir que todavía hay personas que no tienen vergüenza de mostrar que en su interno, habita un noble sentimiento como el amor!
Desde la ciudad de Campana, recibe un Abrazo, junto a mi deseo de que Dios te bendiga, te sonría y permita que prosperes en todo, y derrame sobre ti, Salud, Vida, Paz, Amor, y mucha Prosperidad.
Claudio Valerio
Valerius