Invitado Nº8 VGM Raúl Antonio Rojas. 
Nacido en Tigre, comienza relatándonos que en 1982, al regresar de un viaje a Misiones, encuentra una carta en la que se expresaba que el 2 de Febrero debía presentarse en Ramos Mejía.
Debido a su altura queda seleccionado para formar parte de la Policía Militar del 5to cuerpo de Ejército.
Raúl nos relata la difícil situación económica que atravesaba nuestro país por aquel entonces. La describe como una época austera en la que se vivía el día a día, sin grandes expectativas con respecto al futuro.
Volviendo a su historia, él no sabía que hacía en aquel lugar ya que nadie le brindaba ningún tipo de información, solo circulaban rumores de que serian enviados al Sur.
Una vez transcurridos los 40 días de instrucción, pasa sus 10 días de licencia en Benavidez. Al regresar se entera de que habían tomado las Islas Malvinas.
El solo había oído de la existencia de aquellas islas cuando cursaba la primaria.
Nos contó que muchos no deseaban ir, Raúl cree que este hecho puede explicarse desde dos puntos de vista: o tenían miedo o bien eran más conscientes que él, a lo que se enfrentarían a una situación de Guerra.
El 4 de Abril llegan a Malvinas. Entre todo el material que compartió con nosotros, a lo largo de esta charla, nos mostró la fotografía de aquel desembarco. Los 54 integrantes de la PM fueron distribuidos para cumplir con la tarea de proteger tres puestos estratégicos: La casa del Gobernador, el Pueblo y el combustible. Los primeros días custodio la estación de servicio y más tarde fue enviado a la casa del gobernador, donde pudo bañarse luego de casi un mes y medio de no hacerlo, para retomar su puesto en la estación finalmente.
En cuanto a las imposibles condiciones que debieron enfrentar, no solo habló del hambre, de la falta de logística y del estrés constante si no que también nos contó del cansancio, el cual había comenzado a ser un compañero más.
Al acabarse el combustible, fue enviado a patrullar el pueblo. El 12 de Junio llegaron las primeras cartas.
El recuerda que la mayoría de los fallecidos padecieron en los últimos días.
Se cruzó a un subteniente que había conocido durante su estadía en la casa de gobierno llevando heridos, Raúl le pregunta cómo se encuentra y este contestó «me están matando a mis soldaditos», palabras sentidas que jamás olvidará.
Una vez finalizada la guerra y retornando a su barrio, tuvo un gran recibimiento de sus vecinos.
Respecto a volver a Malvinas, nuestro Héroe nos dice que antes no quería ir ya que le generaba muchas emociones encontradas, pero después de ver a varios de sus compañeros del Centro de Veteranos de Guerra de Escobar, así como también de su compañía, se entusiasmó con la idea .
Para finalizar el veterano Rojas nos expresa la importancia de seguir con el legado a través del tiempo, ya que el reclamo continúa. Hasta que ese territorio, que es nuestro, este bajo nuestra bandera. Como debe ser.
