Interés General

El voto joven

Más de 861 mil jóvenes de 16 y 17 se encontraban en condiciones de votar por primera vez en la Argentina.

Muchos de los jóvenes argentinos, quien en varias oportunidades se mostraron desencantados y con problemas anímicos debido al encierro, falta de clases presenciales donde socializar con sus pares, y aburridos ante el cierre de lugares de diversión y esparcimiento, inclusos de espacios deportivos, fueron a las urnas con un dejo de enojo, pero también de esperanzas de que la realidad del país cambie definitivamente. Escobar no fue la excepción.

Cabe recordar que, en octubre del 2012, el Congreso de la Nación sancionó la Ley 26.774 que introdujo una serie de modificaciones en el régimen electoral. Entre ellas, la ampliación del derecho al voto desde los 16 años. En las elecciones legislativas del 2013 esta modificación tomo vigencia, pero la cantidad de jóvenes a las urnas fue creciendo tímidamente desde entonces. Por ejemplo, en el año 2019, 869.667 electores y electoras de 16 y 17 años acudieron a sufragar su voto, lo representó el 2,61% promedio del padrón electoral.

En las elecciones de este domingo, la mayoría de quienes estaban en condiciones de hacerlo se localizaban en la provincia de Buenos Aires (333.342), Córdoba (72.459), Santa Fe (63.022), y en CABA (Ciudad Autónoma de Buenos Aires) (51.268).

Si bien la Constitución Nacional y la ley determinan que el voto es obligatorio, la ley no establece ninguna sanción para los menores de 18 años que no voten, por lo cual solo se acercaron a las urnas aquellos que se vieron tentados por poder experimentar este sano ejercicio de la democracia. Por supuesto pudieron hacerlo quienes tenían la actualización de los 14 años en el DNI y están inscripto en el padrón.

Una pequeña recorrida por los lugares de votación nos permitió hablar con ellos y conocer cuáles eran sus expectativas en vistas al futuro más próximo del país.

“Queremos candidatos jóvenes, que nos representen y que traigan nuevas propuestas, porque con los mismos candidatos que vienen votando mis padres y mis abuelos, ya ves cómo nos va” – expresó Juliana, estudiante de 4to año de Sociales. Varios de los chicos entre 16 y 18 años que consultamos hicieron hincapié en temas de educación y de oportunidades laborales.

Muchos de ellos fueron acompañados por sus padres hasta el lugar de la votación, mientras que las madres, por aparecer en el padrón con el apellido de solteras, votaban en otros colegios. «hay que combatir la indiferencia y la apatía de muchos jóvenes que están aburridos de la política ante la falta de propuestas de la mayoría de los candidatos. Igual en casa se habla mucho de política y ellos sacan sus propias conclusiones» – dijo Ricardo, papá de Ramiro de 17 años y de Betiana de 16.

A pesar de lo que se podía presumir, y según algunas autoridades de mesa, los jóvenes se mostraban felices de ejercer su derecho y tardaban muy poco tiempo dentro del cuarto obscuro.

Nayla, de 16, una de las jóvenes consultadas, pero que prefirió no ser fotografiada, expresó: “Votar siempre fue algo por lo que se tuvo que luchar. Nosotros debemos aprovechar todas estas oportunidades y comprometernos. Incluso aportar ideas para que esto cambie. No queremos seguir perdiendo amigos y familiares que se van del país”.

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