Desde ayer es el superministro que manejará Economía, Producción y Agricultura. El ahora ex presidente de la Cámara de Diputados lo hace tras negociaciones aparentemente con el apoyo de Alberto y Cristina.
Desde aquí, parece un triunfo. Pero no siempre desde la distancia se ve más claro.
Desde aquí se lo vio moverse en medio de la crisis económica que atraviesa al pais y llegar a un acuerdo con la Vicepresidenta para que Silvina Batakis reemplace a Martín Guzmán. Pero a tanta distancia podría ser que la movida no hubiera sido suya.
Esta nueva decisión del Gobierno nacional puede ser fruto de su poder de negociación y su permanente influencia o podría ser una nueva jugada de Cristina para terminar sacándoselo de encima tal como pasó con Alberto Fernández.
Por esas ¿coincidencias? de la vida el ahora superministro y el presidente se fueron del gobierno de Cristina dando un portazo. Ambos se convirtieron en referentes del peronismo no kirchnerista. Para Cristina y para Máximo «ambos fueron los traidores». Acusaron a su gobierno de «corrupto» y hasta pidieron «cárcel». Sin embargo para ganar en el 2019 Cristina los reunió y les dio un poder «impensado». A Fernández no le fue nada bien. La pregunta es: ¿Massa tiene alguna posibilidad de que le vaya mejor?
