Interés General

Fortín Malvinas

Por VGM Enrique Oscar Aguilar 

MALVINAS: «HOMBRES DE LEYENDA»: 

Primera Parte 


En esta entrega comenzamos con los testimonios de los protagonistas. Esta es la historia viva de la ya legendaria patrulla TECHO, ellos entablaron el primer combate por la recuperación de nuestras Islas Malvinas. Comandada por el Capitán de Corbeta Pedro Edgardo Giachino, estaba integrada por 8 Buzos Tácticos y 8 Comandos Anfibios. La misión asignada: Tomar la casa del gobernador y lograr su rendición.
“Señor, sólo dos cosas te pido, la victoria y el regreso… pero si sólo una has de concederme, ¡que sea la victoria!” (Lema de la Agrupación de Buzos Tácticos)

Con los Buzos Tácticos:
Pasaron ya treinta y siete años de este hecho, pero sigue fresco en nuestra memoria… y sigue intacto en la de sus protagonistas directos.
Por 1982, ambas Agrupaciones, los Comandos Anfibios de la Infantería de Marina (IM) y los Buzos Tácticos (BT), del Escalafón Naval de nuestra Armada Argentina, tenían su asiento natural en la ciudad de Mar del Plata, partieron desde aquí con la misión de recuperar la soberanía de nuestras Islas Malvinas.
Hoy, solo la Agrupación de Buzos Tácticos tiene su asiento natural en la Base Naval Mar del Plata. A diferencia de los Comandos Anfibios, los “Tácticos” no son Infantes de Marina. Todos, oficiales y suboficiales pertenecen al escalafón de Comando Naval, “barqueros” en la jerga de la Armada y por ser una “fuerza especial” su ingreso y el durísimo entrenamiento posterior es estrictamente voluntario y altamente selectivo. Son expertos nadadores, buzos, montañistas y paracaidistas de precisión. Expertos en supervivencia, especialmente entrenados para operaciones subrepticias, toma y destrucción de objetivos, sean estos navales o terrestres, rescate de rehenes, etc. Para explicarlo mejor, son un paralelo a la fuerza de élite norteamericana los NAVY SEALS… solo que los nuestros no hacen películas…, ellos han escrito esta historia.
En abril de 2002, gracias a la gentileza de las entonces autoridades del Área Naval Atlántica, en especial a su comandante, el Contraalmirante Reinaldo Daniel Corvalán, durante dos días fuimos recibidos por el Sr. Comandante de la Agrupación de Buzos Tácticos, Capitán de Fragata Juan Carlos Nicolau, también veterano de guerra, aquel dos de abril era parte de la Fuerza de Tareas 40 (FT-40), se encontraba embarcado en el portaaviones “ARA 25 de Mayo”.
Gracias a ellos, logramos el objetivo propuesto, entrevistar a un protagonista directo de aquel legendario “Patrulla TECHO”.

Historia Viva:
El protagonista de esta historia es el Suboficial Mayor Buzo Táctico (RE) Pedro C. López, retirado de la fuerza hace apenas dos años y dos meses. Un salteño “macanudo” de 54 años de edad y 35 de orgullosos servicio en la Armada. El destino lo señaló para formar parte de la patrulla combinada, que comandada por el capitán Giachino tomaría la casa del gobernador en Puerto Argentino, en la madrugada de aquel 2 de abril de 1982. Al respecto nos cuenta:
“… – Me acuerdo como si fuera hoy, era la tardecita del 26 de marzo de 1982, el entonces teniente de corbeta Diego García Quiroga había estado reunido con nuestro comandante, el capitán de corbeta Alfredo Raúl Cufré. Vino y sin mucho preámbulo nos dijo que él y siete de nosotros partiríamos a las 23 hs. con destino a Puerto Belgrano. Allí nos reuniríamos con otros siete Comandos Anfibios de la Infantería de Marina y quedaríamos a las órdenes del capitán de corbeta Pedro E. Giachino.
Seleccionamos el armamento y el equipo, el teniente García Quiroga había elegido una ametralladora “Halcón”, nosotros nos equipamos con el “F.A.L. Para” un arma diseñada especialmente para este tipo de operaciones y realmente nos fue muy útil.
Fuimos embarcados y el día 28 de marzo zarpamos desde Puerto Belgrano en el destructor “ARA Santísima Trinidad”.
Ya en plena navegación, el día 30 nos reunió el capitán Giachino, nos dio las primeras instrucciones y brindó detalles de la operación.
La patrulla se llamaría “TECHO”. En total éramos 16 integrantes, 8 Comandos Anfibios y 8 Buzos Tácticos. Nos desplazaríamos formando cuatro grupos: “Rojo”, en el bote Nº18, con el capitán Giachino y los cabos Flores, Ortiz y Vargas, “Naranja”, en el bote Nº19, con el teniente de fragata Gustavo Lugo, el suboficial salas, yo y el cabo Ledesma, “Verde”, en el bote Nº20, con el teniente García Quiroga, el suboficial Castillo y los cabos Gómez y Urbina, por último, “Azul” en el bote Nº21, con el teniente de fragata Eduardo Álvarez, los suboficiales Mansilla, Gutiérrez y el cabo Vargas.
Repasamos la misión una y otra vez, “Rojo” tomaría la comisaría, “Verde” la usina, apoyados por “Naranja”, para luego ambos dar apoyo a “Rojo” y tomar la central telefónica. Por otra parte, “Azul” debía neutralizar un campo de antenas antes de llegar a Puerto Stanley.

Los momentos previos:
Nos sigue relatando el suboficial mayor López: “… – Recuerdo que era cerca de las siete de la tarde del día primero de abril, salí a cubierta y alcancé a ver las islas recortadas en el horizonte. Un escalofrío recorrió todo mi cuerpo, me asaltaban dudas…, ¿lo haríamos, o se cancelaría todo a último momento, como en diciembre del ’78 cuando la crisis del Canal Beagle? Nos avisaron que era el turno de “rancho”. Antes de la cena nos avisaron de un cambio de planes, debíamos tomar la casa del gobernador y lograr su rendición. Cenamos livianito, un poco los nervios…, otro tanto por el temporal de la noche anterior. Recuerdo que el capitán Giachino se lamentó que no hubiera una cámara de fotos para registrar la “última cena”, así lo expresó y nos dijo además: “… – Abran bien los ojos, porque para los que vuelvan esta será la primera vez que estarán en combate real y esa experiencia habrá que transmitirla”. Todavía me sorprenden esas palabras, ahora me parecen premonitorias, no dijo “si volvemos”, dijo “para los que vuelvan”, como si él hubiera estado seguro que no estaría en ese grupo.
Nos vestimos con los equipos de agua y nos camuflamos las caras de negro, hubo chistes. Dado el color más “criollo” de algunos, le aconsejaban no desperdiciar “la pomada”. A las 22 hs., desde la “toldilla” del Santísima Trinidad comenzamos a embarcar en los botes de goma. En total 21 botes, los cuatro nuestros para la casa del gobernador y el resto debía tomar el cuartel de los “Royal Marines”. Con brazo fuerte los camaradas a bordo nos sujetaban para ayudarnos y a su vez, a modo de saludo…, en voz baja, entrecortada…, ¡cuídense, vuelvan todos…!

Continúa…

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