Las pequeñas cosas están llenas de vida; vida que vale la pena vivir, que vale la pena luchar, vida llena de vida… ¡Vale la pena luchar por todo aquello que nos rodea!
A la vida vale la pena vivirla, vale la pena luchar.
La vida a nuestro alrededor florece; sólo tenemos que prestar atención en fijarnos bien de esos pequeños fragmentos que embriagan nuestro día a día y que, cuando nos vayamos a dormir, los mismos invadirán nuestra cabeza como un fotograma de vida.
A la vida vale la pena vivirla y vale la pena lucharla. Una vida llena de familiares hijos, nietos y los buenos amigos; con aquellos a los que sólo con una mirada nos dicen todo; aquellos a los que conocimos y nos alegramos de conocer; aquellos a los que nunca hemos conocido y quisiéramos conocer.
La inocencia de un niño, el brote de una flor, la brisa del mar, el verde de un valle, el olor de nuestra ciudad, la lluvia a través del cristal, el soplar del viento sobre nuestro pelo, la luz de la luna, el calor del sol, la fidelidad de un animal, la sabiduría de un anciano, la mirada agradecida del prójimo, el susurro de las palabras, la sonrisa de quien amamos, la dulzura de una caricia, el canto de un pájaro, la suavidad de la piel…
A la vida vale la pena vivirla y vale la pena luchar. La vida está llena de cosas maravillosas… La vida está llena de vida.
Desde la ciudad de Campana (Buenos Aires), recibe un Abrazo, y mi deseo que Dios te bendiga, te sonría y permita que prosperes en todo, y derrame sobre ti, Salud, Paz, Amor, y mucha Prosperidad.
Claudio Valerio
© Valerius.