COLUMNA DE OPINION

Fortín Malvinas

Por VGM Enrique Oscar Aguilar  

 

EL INFORME DEL TENIENTE VAZQUEZ SOBRE LA BATALLA DE MONTE TUMBLEDAWN  

Última Parte 

Por comentarios efectuados después de la guerra por un oficial del Grupo de Artillería Aerotransportado del EA (indicativo GATO 10), este oficial dijo (en presencia del Capellán CF Luis MANCEÑIDO), que él personalmente escuchó mi solicitud de fuego a la artillería. Además, y si mal no recuerdo, también esa batería del Ejército Argentino hizo fuego contra mi posición.  

Si bien el fuego de artillería fue certero, no produjo el efecto de los anteriores, porque a esa altura de los acontecimientos, ya había muchos ingleses que ocupaban pozos de zorro propios. Cuando un hombre nuestro moría, sacaban el cuerpo y ocupaban su pozo. Lo mismo hicieron con los pozos simulados o vacíos, que como dije en un principio había muchos.  

Nuevamente me comuniqué con el Comando de Batallón y/o el de Compañía, preguntando por los refuerzos. Me respondieron: «Ya están en camino». Pregunté cuál era la señal de reconocimiento, porque yo estaba combatiendo en los 360 grados y los batiría con el fuego propio. Me respondieron: «…quédese tranquilo, ya los va a reconocer».  

El combate continuó. Aproximadamente a las cuatro de la mañana, la ametralladora de la derecha me informó que ya no tenía munición, o se le había trabado el cañón, no recuerdo exactamente.  

Progresivamente comencé a perder contacto con los extremos de la sección particularmente el derecho que fue el más castigado. A las cuatro de la mañana aproximadamente comencé a notar que perdía el control de la Sección. En esa hora también noté un incremento de presión de los ingleses. Por conversaciones con el oficial británico que hizo de guía al primer ataque (año 1984/85), supe que se trataba del tercer ataque lanzado por el Batallón Escocés (la tercera compañía) que se sumó al ataque de la segunda, sin mediar una pausa de combate.  

Entre las 0400 o 0500 y las 0700 cada hombre que quedaba combatía sólo por su pozo. Casi no existía la posibilidad de apoyo mutuo, y ya no se respondía a mis órdenes.  

Nuevamente llamé desesperado y personalmente al Comando de Batallón preguntando por los refuerzos, y me respondieron «…de un momento a otro entran en contacto con usted».  

Alrededor de las 0700 la situación era la siguiente:  

* Casi no había disparos. 
* Nadie respondía a mis órdenes.
* Veía pocos ingleses entre nosotros.
* Sólo quedaban mi pozo de la izquierda y mi pozo de la derecha (ambos dobles). El pozo de la derecha se quedó sin munición y ambos soldados se metieron dentro del mismo.
* No había fuego de armas de apoyo.  

A esa hora me comuniqué con mi escalón superior (jefe de Compañía / Comandante de Batallón) y mantuve el siguiente diálogo:  

– Nadie responde a mis órdenes. No sé si están todos muertos, prisioneros o no me obedecen. Ya casi no hay combate. Escucho gritar a los ingleses, pero no sé qué pasa ni que dicen. ¿Dónde están los refuerzos?
– «…aguante ya van a salir para allá»
– «proferí insultos…»  

Arranqué el micro teléfono de la radio y me dejé caer en el piso del pozo.  

Mientras estaba hablando por radio, se escuchó una fuerte explosión bajo tierra muy próxima a mi pozo. Luego supe que los ingleses habían alcanzado a mi pozo de la Izquierda, le pusieron dentro una granada de mano de fósforo, que al estallar los hizo salir a ambos heridos hacia fuera donde uno de ellos además recibió un disparo de sterling en la espalda cuando salía arrastrándose del pozo, con severas quemaduras en el cuerpo. Mientras eso ocurría yo estaba dentro de mi pozo hablando por radio.  

Le pregunté al Suboficial FOCHESSATO que opinaba que deberíamos hacer y me respondió: «no se señor, usted es el jefe».  

Resolví asomarme fuera para ver qué es lo que pasaba.  

Cuando comienzo a sacar el cuerpo del pozo, me encuentro con tres ingleses que estaban en la boca de este esperando mi salida. Dos de ellos con FAL y uno con Sterling, a unos 50cm de mi cara, rodilla en tierra.  

Dejando ambas manos en el borde del pozo, bajé la cabeza y le dije a FOCHESSATO: «voy a salir, si me matan a mí también lo harán con usted, así que agarre mi fusil y mátelos a ellos»  

Salí del pozo con las manos en alto, me identifiqué como jefe de todos los hombres que combatían en ese sector y pedí permiso para hablar con mis hombres.  

Me autorizaron y parándome en el parapeto de mi posición, dije: «Prestar atención la Cuarta Sección, soy el teniente VAZQUEZ, el combate ha terminado. Dejen sus armas y vengan hacia mi pozo. Quédense tranquilos, las vidas van a ser respetadas».  

Sólo se acercaron a mi pozo seis hombres.  

Toda la zona se encontraba llena de equipo individual inglés desparramado, había cuerpos muertos y heridos que gritaban y comenzaron a recibir ayuda sanitaria.  

Le pedí al oficial inglés más antiguo que me deje revisar los pozos porque había gente mía que podía estar herida dentro de ellos. Me dijeron que no, que eso lo harían ellos con posterioridad. Sólo me dejaron revisar los cuerpos de los muertos que estaban fuera de los pozos. Lamentablemente las chapas de identificación de los soldados del Ejército Argentino no estaban grabadas, por lo que nunca pude completar la lista de muertos de la Sección.  

El referido oficial británico me llevó hasta proximidades del cuerpo del Conscripto CERLES (o SERLES). Estaba boca arriba, con el brazo derecho levantado y una granada de mano en ella. Tardé un poco en darme cuenta de que estaba muerto, le saqué la granada y la arrojé hacia abajo.  

Con posterioridad a este hecho, los sobrevivientes de la Sección fueron llevados hacia la retaguardia de las líneas británicas, primero hacia un punto de reunión de heridos, luego hacia un Campo Transitorio de Prisioneros localizado en FITZ ROY y finalmente a SAN CARLOS a otro campo de prisioneros.  

Al respecto dejo constancia que mi personal en el Punto de Reunión de Heridos fue reconocido por tropas del Batallón Escocés, quienes ordenaron que cesen los maltratos de inmediato. También dejo constancia que en este campamento fue donde fui golpeado con desconsideración por unos oficiales paracaidistas y posteriormente se me interrogó y al negarme a dar cierta información que se me requirió, se me hizo un simulacro de fusilamiento. Todo ello antes de la llegada de los escoceses al lugar.  

Hasta aquí, lo que considero una muy breve síntesis del desarrollo del combate en la noche del 13 al 14 de junio de 1982.  

También dejo constancia que estas acciones no fueron las únicas acciones de combate cumplidas por integrantes de la 4/N/5, pero sí fueron las más importantes.  

PUERTO BELGRANO, de abril de 2005.-  

CARLOS DANIEL VAZQUEZ
Capitán de Navío I.M.  

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