COLUMNA DE OPINION

En el amor que no haya sequedad

Por Claudio Valerio

 

Cada mirada es un suspiro, cada silencio es una palabra, cada deseo es un grito, cada llamada es un desvelo. Lee en mis ojos y descubre mis sentimientos; cada beso es un renacer; cada momento eres tú, que me llenas de felicidad…

Todos hoy nos sentimos mal por la prolongada sequía presente en nuestro país al punto que, en algunas zonas, hasta nos exige racionar el agua. Pero este presente nos tiene frente a un racionamiento peor, que es el racionar amor. Si bien es lógico que se ahorre agua cuando escasea, pero es absurdo que amemos a cuentagotas cuando la capacidad es ilimitada.

El diálogo que se evita, el estímulo no brindado, las caricias que se niegan, los bienes no compartidos, el amor que no se da, son cosas que nos hace mal; ¡se hace mal cuando se deja de hacer el bien!

No seamos avaros con el afecto, que no se racione el cariño. Siempre recibiremos más de lo que damos; ¡más amor se tiene cuanto más amor se brinda! El amor es un tesoro que se multiplica cuando se ofrece.

«No es pecado despilfarrar el amor, lo malo es racionarlo».

Una misión espera lo mejor de nosotros, y que reclama atención: Calmar la sed de ternura y comprensión de tantos desconocidos que pueden ser nuestros amigos.

Seamos dadivoso en el afecto, generosos en el perdón y desinteresado en el servicio. No seamos de esas personas que se mueren sin estrenar, y también compartir, tantos talentos recibidos… ¡Hay que animarse!

 

Desde la ciudad de Campana (Buenos Aires), recibe un Abrazo, y mi deseo que Dios te bendiga, te sonría y permita que prosperes en todo, y derrame sobre ti, Salud, Paz, Amor, y mucha Prosperidad.

Claudio Valerio 

®. Valerius

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