La fiesta inolvidable

Mientras el fiscal González prepara la imputación para Alberto Fernández por violar la cuarentena, el gobierno nacional intenta que el cumpleaños de la mujer del presidente pase al olvido. Por el contrario, la opinión pública se ha propuesto que “The Party” se convierta en una especie de remake de la película de culto del cine de humor, donde un torpe actor que tuvo una oportunidad brillante, no supo aprovecharla.

Cabe recordar que, excepto el Jefe de Estado, todos ya se presentaron en la causa y designaron abogados. La acusación es por el artículo 205 del Código Penal que establece que “será reprimido con prisión de seis meses a dos años, el que violare las medidas adoptadas por las autoridades competentes, para impedir la introducción o propagación de una epidemia”.

El presidente que primero negó, y después le echó la culpa a su esposa, Fabiola, para finalmente pasar a justificarse y auto perdonarse, ahora asegura que no hubo delito porque no hubo contagios. Miente.

Miente toda vez que el delito fue la violación de la norma.

Es necesario recordar que en el festejo de cumpleaños participaron 11 personas, prácticamente todos amigos de la primera dama. Uno no puede más que preguntarse si los invitados habían solicitado los tradicionales permisos para desplazarse y si contaban con certificado de circulación.

Como si esto fuera poco, semanas atrás, cuando el escandalete con la actriz Florencia Peña, el presidente afirmó que durante la cuarentena había recibido en la Quinta de Olivos a miles de personas. Lo que demuestra que el cumpleaños no fue un hecho aislado, sino que el comportamiento de Fernández al respecto de la situación que se investiga fue una constante.

* La fiesta inolvidable, bajo la dirección de Blake Edwards, cuenta la historia de Hrundi V. Bakshi (Peter Sellers), un actor sij, que ha conseguido un trabajo como extra en varias películas hollywoodienses; pero un día su suerte cambia y es escogido como protagonista del remake de una antigua película, con tal mala suerte que en el descanso destroza sin querer el decorado y es despedido, siendo proscripto por el productor para trabajar nuevamente en Hollywood.

La trama se complica cuando recibe por error una invitación a una fiesta que organiza el mismo productor de la película por el cumpleaños de su esposa. Una vez en la fiesta, se verá envuelto en diversos sucesos y un sinfín de situaciones disparatadas.

Cualquier similitud con la realidad es pura coincidencia.