A rodar la vida: Hoy Mario Gianola

Mario Gianola (44) Ciclista maschwitzense  recuerda que a sus seis años descubrió la libertad que ofrece la bicicleta como instrumento para moverse de un lugar a otro, esto a esa edad supone agrandar la brecha de tiempo para vivir más aventuras, el junto a sus amigos recorría las calles de aquel Maschwitz austero, de ensueño, rodeado de más vegetación que urbanización, el recuerda que hacían todo tipo de piruetas con sus bicis desde “tirarse por un tobogán de la plaza” hasta realizar recorridos épicos hasta el río Luján.

Pasaron los años, ya más grande nuestro amigo adquiere su primera MTB, con ella comienza a dar sus primeros pasos en el ciclismo deportivo, las cosas se empiezan a poner más serias y llega la bici de ruta con la que comienza a competir en todo tipo de carreras zonales, así aquel niño inquieto y aventurero que recorría las calles de su pueblo con sus amigos en busca de nuevas aventuras, ahora mutaba a una nueva expresión, pero manteniendo siempre la misma esencia “el amor por la bici la aventura y la libertad”

En el camino tras probar todas las variantes que este deporte ofrece surgió la idea de crear un equipo de ciclismo y es así como entre amigos fundan el “MTB Maschwitz” como toda organización hacía falta un capitán y el designado fue nuestro amigo Mario quien por sus cualidades fue el indicado para ocupar ese cargo.

Rápidamente el equipo adquirió popularidad y era casi inevitable que su presencia no sea notada en las competencias a las que asistían, es que en el había verdaderos guerreros que más adelante se convertirían en deportistas de elite, otro de los grandes logros fue el poder organizar una de las carreras de MTB más lindas de la región en un escenario dinámico que iba desde Maschwitz hasta Escobar y comprendía una cantidad de vueltas determinadas por las categorías, lamentablemente y a pesar de que tenían el apoyo de nuestro querido municipio no se realizó ninguna otra edición del “Maschwitz Mtb” a estas alturas el protagonista de nuestra historia  ya no estaba a la cabeza de la organización y desde afuera vivió con mucho pesar este acontecimiento.

Si hablamos de competencias importantes Mario no se perdió ninguna se corrió todo lo que quiso y siempre enfocado desde el disfrute, estuvo presente en Tandil, la vuelta de los bosques, El desafío del Río pinto, el trasmontaña, La vuelta de las altas cumbres etc, todo esto gracias al apoyo incondicional de su mujer y sus dos pequeñas hijas Isabella y Elena, quienes son el motor de todos sus logros, además y como si fuera poco trabaja en su taller despuntando su pasión por la mecánica de bicis, hoy a pesar de tener poco tiempo para dedicarle a su amiga de dos ruedas el sabe que esos tiempos volverán, por que ser ciclista se lleva debajo de la piel.