Efemérides

A 29 años de AMIA: Una causa que debe unirnos y comprometernos

El 18 de julio de 1994, Argentina fue blanco del odio, otra vez. Un coche-bomba destruyó ese día, a las 9:53 de la mañana, la sede de la Asociación Mutual Israelita Argentina (AMIA), en pleno centro de Buenos Aires, y produjo la muerte a 85 personas y dejó cientos de heridos. La investigación llevada a cabo por la Justicia argentina indicó la responsabilidad de la República Islámica de Irán en el atroz atentado.

Bajo una falsa fachada de actividades diplomáticas, el régimen iraní se infiltró en el país y, con una impunidad que se mantiene hasta nuestros días, ejecutó un acto que conmocionó a toda la Argentina. Sus responsables aún siguen libres, bajo la protección de un sistema que exporta el terror y el desequilibrio.

A pesar de los atentados de 1992 y 1994 en Buenos Aires, y de otras muchas actividades terroristas en el mundo, no toda la comunidad internacional se manifestó con firmeza para condenar estas atrocidades. Resulta imprescindible cortar todas las fuentes de financiamiento del terrorismo y, para eso, necesitamos una actitud firme y decidida de los gobiernos latinoamericanos y del mundo todo, y en ese sentido, la decisión adoptada por el Gobierno argentino en julio 2019 de declarar a Hezbollah como organización terrorista y el congelamiento de activos de personas vinculadas al grupo y a su estructura militar en nuestra región, que tomó la Unidad de Información Financiera (UIF), van en la dirección correcta.

El atentado a la AMIA fue y es una clara violación a nuestra soberania.Despues de 29 años, y en una causa que nos une y nos compromete como argentinos, hasta tanto los responsables rindan cuenta de sus actos, los familiares de las víctimas y la sociedad toda en su conjunto seguiremos reclamando justicia.

El intendente de Escobar, desde su red personal,expresó: «Hoy se cumplen 29 años del atentado contra la AMIA, aquel terrible acto terrorista cuya investigación todavía no encuentra culpables. En la dramática mañana del 18 de julio de 1994, jornada que permanece latente en la memoria de todos los argentinos y las argentinas, fallecieron 85 personas y hubo más de 300 que resultaron heridas.

Por las víctimas y sus familiares, debemos mantener la exigencia de justicia y no bajar los brazos en la búsqueda de la verdad que alivie al menos un poco tanto dolor».

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