COLUMNA DE OPINION

La Divina Comedia: Milei y el duro peso que cargan los soberbios

de Graciela Zorrilla

El regreso a foja cero del proyecto que envió el Gobierno a Diputados habla de la falta de concenso pero tambien de la danza de orgullos y vanidades, que tan desmesuradamente  envuelve a los soberbios.

Mientras el presidente Milei, desde el exterior, acusó a los legisladores de traidores, la difusión del listado de quienes rechazaron la ley ómnibus es un reflejo del grado de soberbia que envuelve al mandatario que utiliza esta metodología que recuerda las épocas más oscuras de la historia  reciente.

En un gesto que resulta realmente inaudito, Milei desde Israel trato de:“Delincuentes”, “traidores” y “enemigos de la Argentina” y  descargó su bronca contra los diputados nacionales que votaron en contra de algunos artículos de la ley ómnibus en la discusión en particular. Esta falta de avance en el debare parlamentario obligó al oficialismo a enviar el proyecto a comisión para reiniciar su tratamiento. Milei incluso compartió desde las redes sociales las listas y fotos de cada uno de ellos.

En una reunión con empresarios en Jerusalén el presidente, que es elegido al igual que los legisladores por el voto popular, expresó: “Es un día bastante interesante para hablar de Argentina porque ayer en la sesión de la Cámara de diputados la casta política, como nosotros llamamos a ese conjunto de delincuentes que quieren una Argentina peor porque no están dispuestos a ceder sus privilegios, empezaron a descuartizar nuestra ley”.

En una total negación de lo que debe ser la independencia de los poderes en una república democrática, Milei arremete contra los representantes del pueblo y los expone hablando de «nuestra ley» , que obviamente sería Ley si la hubieran votado afirmativamente.

Milei cree que el Ejecutivo va a mandar un proyecto y que el Poder Legislativo va acatar y sin debatir o intentar modificar en algunos casos, van a aprobarlo. No respeta la envestidura de quienes llegaron a sus bancas de idéntica manera que él al sillón de Rivadavia.

Parece casi irreal que el presidente llore en el muro de los lamentos y horas mas tarde cometa publicamente y ante el mundo el más serio de los pecados capitales la «Superbia» (en latín).

La Soberbia. en casi todas las listas de pecados, es considerado el original, la fuente, ya que de él se originan el resto. Es identificado como un deseo por ser más importante o atractivo que los demás. La soberbia habla de la sensación de superioridad con respecto a los demás.  Algunas religiones del mundo consideran que la soberbia es la forma fraudulenta del orgullo.

Milei, una vez más, no puede manejar la frustración y acude a la Humillación.  La humillación se define como cualquier tipo de acto que denigre pública o personalmente a un ser humano, al igual que su cultura, su dignidad, su sexo, su origen étnico, su religión, su pensamiento, su nivel económico, sus conocimientos, sus preferencias sexuales.  En el caso del Presidente, ya ha utilizado todas estas posibilidades y de ello dan cuenta un sinnúmero de notas y entrevistas periodisticas antes, durante y despues de la campaña electoral.

Cuando el soberbio no puede ver las cualidades y méritos de los otros, el valor que tienen, al no reconocerles su valor, se convierte en un ser incapaz de tratarlos como sus semejantes iguales.

En La Divina Comedia, del Dante, los soberbios purgan su soberbia en el Purgatorio marchando doblegados bajo el peso de enormes rocas. Tal como los muestra el grabado de Gustavo Doré,  no pueden levantar la vista hacia el friso de los buenos ejemplos. Quizá por eso, ahora este controvertido Proyecto de Ley se murió, mientras los soberbios construyen un nuevo relato.

 

Graciela Zorrilla

Directora Escobar a Diario

 

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