Testimonio del Ex Soldado Ramón Elías Mango
Pertenecí al Grupo de Artillería 3 (GA 3) de Paso de los Libres y participé en las operaciones en Malvinas, a las que llegué el 13 de abril en vuelo desde Río Gallegos.
Días después fui destinado a la Batería de Tiro C, la cual tomó posición a 9 km al Oeste de Puerto Argentino. Mi rol de combate fue el de operador del Centro de Dirección de Tiro (CDT).
Posteriormente fui asignado al CDT del Grupo. Para ello nos habíamos preparado durante el año anterior.
Fuimos la primera subunidad de Artillería de Campaña que entramos en combate, precisamente el día 3 de junio. Hasta ese momento sólo vimos derribar aviones por nuestra artillería antiaérea.
Anteriormente habíamos soportado el hostigamiento de la artillería naval enemiga y varias veces impactaron muy cerca de la posición; tal fue el caso de un «pepazo» (como lo llamábamos) que cayó a 2 metros de la 4ta Pieza de mi batería y que felizmente no explotó, permaneciendo enterrado a 1,50 metros.
Anímicamente en la posición no decaíamos y mucho menos cuando escuchábamos nuestro cañón 155mm. responderles a las fragatas inglesas. El frío lo soportamos y el racionamiento del Grupo estuvo muy bien, excepto entre el 18 y el 24 de mayo que nuestra cocina funcionaba a medias por los ataques aéreos y navales (nos mandaron ración fría desde Puerto Argentino por orden del Jefe de Unidad).
Fui trasladado después al sur de Puerto Argentino, donde integré el CDT del Grupo.
Los pedidos de fuego se hacían más frecuentes en los últimos días. En aquellos días me tocó dirigir el tiro de la Batería A, desde el CDT, bajo las órdenes del Jefe de Grupo y del Mayor Belocchio.
El día 12 de junio, con la Batería A, hicimos fuego sobre Monte Longdon y por primera vez veo el efecto de nuestros Oto Melara, calibre 105 mm. Creo que mi mayor emoción como mortal, fue precisamente ese día, dirigí el fuego desde el CDT, corregí y batimos sistemáticamente la zona durante más de una hora.
A partir de ese día, el combate se hizo mucho más intenso. El ambiente olía a pólvora, nosotros estábamos sordos por las propias detonaciones y por las del enemigo, que cada vez caían más cerca. El 13 de junio pensé realmente que no lo pasábamos…, y así llegó la rendición el 14 conocida por todos.
No me cansaré de expresar que con hombres como los del GA 3 volvería a combatir por mi Patria hoy mismo.
«La Artillería Argentina en Malvinas»,