COLUMNA DE OPINION

En tiempo de Navidad, esta bella reflexión

Por Claudio Valerio

 

La Navidad es una de esas fiestas para disfrutar con nuestros seres queridos; se trata de una festividad cristiana que conmemora el nacimiento de Jesucristo.

Si bien el “El tiempo de Navidad” se inicia con el Adviento, que es el tiempo dedicado a la preparación para el nacimiento y que dura cuatro semanas antes de la Navidad, para muchos el tiempo de Navidad se inicia con la programación y/o organización de adornos navideños, al futuro montaje del pesebre, de los símbolos que hacen referencia a Papá Noel

El tiempo de Navidad significa gratitud y nos invita a la reflexión e intentar pasar más tiempo en familia, y con nosotros mismos.

Un día, Lucca despertó muy contento en una víspera de Navidad, pues una fecha muy importante estaba por llegar. Era el día del aniversario del Niño Jesús, y es lógico, el día en que Papá Noel vendría de visita como todos los años.  Con sus siete añitos, esperaba ansiosamente el caer de la noche, para volver a dormir y espiar la media que estaba en el frente de la puerta, pues no tenía árbol de Navidad. Se durmió muy tarde, para ver si conseguía atrapar a aquel «viejito», pero como el sueño era mayor que su voluntad, se durmió profundamente.
En la mañana de Navidad, observó que su media no estaba allí, y que no había regalo alguno en toda su casa. Su padre desempleado, con los ojos llenos de lágrimas, observaba atentamente a su hijo, y esperaba tomar coraje para hablarle, que su sueño no existía, y con mucho dolor en el corazón lo llamó:

–    ¡Lucca, hijo mío, vení por favor!
–    ¿Papá?
–    ¿Qué ocurre hijo?
–    Papá Noel se olvidó de mí.
Mientras se lo decía, Lucca abrazó a su padre y los dos se pusieron a llorar:

–    ¿Papá, él también se olvidó de ti?
–    No, hijo mío. El mejor regalo que yo podría haber ganado en la vida está en mis brazos, y quédate tranquilo, pues yo sé que Papá Noel no se olvidó de ti.
–    Pero todos los otros niños vecinos están jugando con sus regalos.  Él se olvidó de nuestra casa.
–    No se olvidó de ti, hijo mío.  ¡El regalo te está abrazando ahora y va a llevarte a uno de los mejores paseos de tu vida!

Y así sucedió, ambos fueron a un parque y Lucca jugó con su padre durante el resto del día.  Cuando regresaron a la casa, al comienzo de la noche, Lucca se fue para su habitación y escribió una carta para Papá Noel:

«Querido Papá Noel, yo sé que es demasiado tarde para pedir alguna cosa, pero quiero agradecerte el regalo que me diste. Deseo que todas las Navidades que yo pase, hagas que mi padre se olvide de sus problemas y que él pueda distraerse conmigo, pasando una tarde maravillosa como la de hoy.

Gracias por mi vida, pues descubrí que no es solo con juguetes que podemos ser felices, y sí con el verdadero sentimiento que está dentro de nosotros, y que el Señor despierta en las Navidades.  Te estoy muy agradecido por el regalo que me diste este día.  Con amor, Lucca».

Y se fue a dormir…

Cuando el padre entró a la habitación de su hijo para darle las buenas noches, vio la carta que Lucca le había escrito a Papá Noel, y a partir de ese día, no dejó que sus problemas afectaran la felicidad de ellos y comenzó a hacer que todos los días fueran Navidad para ambos… La Navidad es tiempo de reconciliación; es un buen momento para reconciliarnos con nosotros mismos y con nuestros enemigos; porque Navidad es Paz.

Navidad es tiempo de Verdad; por lo que si tenemos errores, es para poder pensar y reflexionar.

Si tenemos deudas, en Navidad es momento de pagarlas antes de gastar todo, porque es un tiempo de Justicia.

Si en nuestro corazón tenemos soberbia, debemos sepultarlas; porque Navidad es Humildad.
Navidad es tiempo de Luz; por lo que si en nuestra mente tenemos sombras y dudas, es posible iluminar nuestros pensamientos.

Si tenemos pecados que arrepentirnos, es momento de hacerlo y convertirnos; porque en Navidad nace el Espíritu.

Si tenemos tristezas y preocupaciones, debemos alegrarnos; porque en Navidad es tiempo de Gozo…  Y si sentimos odio y resentimiento, es momento de arrepentirnos, perdonar a todos, y perdonarnos nosotros; Dios ya nos ha perdonado, porque Navidad es Amor.

Desde la ciudad de Campana (Buenos Aires), recibe un Abrazo, y mi deseo que Dios te bendiga, te sonría y permita que prosperes en todo, y derrame sobre ti, Salud, Paz, Amor, y mucha Prosperidad.

Claudio Valerio –
®. Valerius

 

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