Una definición posible de la incertidumbre (al menos para mí) es esa inquietud que nos provoca el no saber qué sigue.
En este tiempo especialmente, nos vemos inmersos en la preocupación por la salud:
Incertidumbre de mantenerla quienes se hallan sanos
Incertidumbre de cuándo y cómo recuperarla esos otros que tanto la necesitan.
Son múltiples las sensaciones que se apoderan de nuestro presente; necesitamos saber qué es lo que vendrá y no lograrlo nos genera ansiedad, frustración e impotencia.
Algunos de nosotros quisiéramos recuperar la sensación de control. Estar seguros de que todo se halla en el orden correcto.
Sentir que hay garantías…
Sin embargo, es clave reconocer que eso no es más que una ilusión.
Encontrarnos habitando esa duda, esa inquietud, para algunas personas es causa de mucha angustia. Convivir con la falta de determinismo no es fácil, trae aparejadas situaciones de padecimiento en muchos casos.
A veces el tiempo da perspectiva a los hechos ocurridos en nuestra vida y eso cambia el sentido que les dimos. La misma situación que fue evaluada en su momento como parte de nuestra «mala suerte» (perdí mi trabajo) puede, a la luz de nueva información, sentirse como «buena suerte»(Conseguí uno mejor).
«El universo es misterioso, finjamos ser sus organizadores».
Insistimos en aferrarnos a lo que es lo conocido para nosotros, aquello que nos resulta previsible. Hay una seguridad que nos brinda la sensación de control y eso resulta atractivo. Esa ilusión nos mantiene resistiendo el cambio (lo cual muchas veces es imposible).
La propuesta es ayudarnos a poner a prueba nuestros recursos ante situaciones nuevas, entregándonos a lo que sucede y sacar a la luz nuestra creatividad. Ello nos demandará una actitud de voluntad y superación.
Habitar el cambio y el movimiento que la vida nos presenta es un desafío. Poder confiar ante la falta de certeza para adaptarnos a lo nuevo, a lo inesperado encontrando recursos nuevos, gestándolos para integrar las dificultades que se vayan presentando en el camino.
Se ha dicho muchas veces que una crisis es tanto una situación de peligro como una oportunidad. Tal vez sea cuestión de animarse al peligro para encontrar el tesoro que una nueva oportunidad supone.
Consultora psicológica. Facilitadora en Focusing Doula