La Confianza sería uno de los componentes clave para que un matrimonio sea saludable; ella, hace que la pareja se sienta segura y pueda establecer la estabilidad de la relación. Desde luego que también se debe de estar de acuerdo con los valores morales a transmitir, como la crianza de los hijos, la participación familiar y, desde luego, las finanzas.
¿Alguna vez nos hemos detenido para considerar acerca de cuál ha sido el ejemplo que les hemos dado a nuestros hijos? ¿Los hemos alentado a proyectarse para su vida futura? Y de nuestros actos; ¿han aprendido algo que puedan transmitir y enseñar a sus hijos cuando ellos también se casen?
A diario, nuestros hijos presencian nuestros gritos, nuestra ignorancia en casa y hasta nuestro mal humor. ¿Cómo sería la vida de ellos cuando crezcan si procedemos de esa manera?… Escrito está, «Padres, no provoquen a sus hijos a ira, sino críenlos en la disciplina y amonestación del Señor» (Efesios 6:4).
Muy a menudo, aparecen quienes se lamentan por el camino que han tomado sus hijos, sin reconocer que, en gran parte, la culpa fue suya; tal vez, ya de niños les enseñaban a mentir, a que superen los obstáculos de la vida con la idea triunfalista de que «lo importa es ganar», a fingir santidad cuando no la había… Si ellos nos ven como modelos a seguir, démosle ejemplos de comprensión, amor, paciencia y fe. Si así lo hiciésemos, sin duda los habremos preparados para ser felices, para que elijan al amor a pesar de las dificultades, el respeto mutuo y, con gran felicidad, reconocer las responsabilidades.
Trabaja con tus hijos de manera que si le preguntan, ¿cómo será tu matrimonio?», sin dudar respondan: «Como el de mi madre y mi padre».
Desde la ciudad de Campana (Buenos Aires), recibe un Abrazo, y mi deseo que Dios te bendiga, te sonría y permita que prosperes en todo, y derrame sobre ti, Salud, Paz, Amor, y mucha Prosperidad.
Claudio Valerio- ®. Valerius
