COLUMNA DE OPINION

La certeza de saber dónde vamos y cómo vamos…

Por Claudio Valerio

 

 

«Es más importante saber a dónde nos dirigimos que ver qué tan rápido puede llegar».

Pensemos en una meta, en un proyecto profesional, en uno que sea personal, que tengamos en la vida, etc. Seguramente nos daremos cuenta que hay más de un camino por seguir … Pero; ¿sabemos adónde vamos? ¿Sabemos si el camino es correcto? ¿Sabemos si es la mejor forma de llegar? A menudo nos preocupamos si llegaremos tarde, si hay otra forma más rápida de lograr nuestros propósitos, si la demora nos impedirá llegar… El plantearnos metas nos es útil, siempre y cuando las mismas sean medibles, o sea prestar atención a cómo verificar si la misma fue alcanzada. Desde luego que la misma debe ser alcanzable y, desde luego y no menos importante, que la meta se determine en un tiempo.

Afortunadamente, somos parte de un mundo globalizado, el que está impregnado de nuevas tecnologías, en donde la expectativa de vida es cada vez mayor y en el que ocurren cambios rápidos continuos. Lo que no sé es si somos del todo conscientes de que asistimos como espectadores-protagonistas a una (r)evolución que, de manera implacable y a ritmo frenético, está produciendo un profundo cambio en las raíces de nuestra sociedad… Un difícil camino a seguir, que nos representa un reto, en el que debemos estar predispuestos a superar los nuevos desafíos y contribuir a los buenos resultados.

Cuando caminamos con seguridad, con fortaleza espiritual y convicciones profundas, ¡estamos seguros de que llegaremos al lugar correcto! ¡Sabemos que llegaremos en el momento adecuado para llegar allí! Sabemos, con mucha anticipación, que será un lugar maravilloso, con grandes satisfacciones para nuestras vidas.

Saber a dónde vamos implica que, en nuestro corazón, no haya más sitio para rencores y, así llenos de paz y sosiego, nos guíe. Solo así conoceremos el camino. Solo así podemos descansar y disfrutar, incluso antes de llegar allí, de la verdadera felicidad que hemos preparado para nosotros e hijos.

 

 

Desde la ciudad de Campana (Buenos Aires), envío un Abrazo, y mi deseo que Dios te bendiga y permita que prosperes en todo, y derrame sobre ti, Salud, Paz, Amor, y mucha Prosperidad.

Claudio Valerio

©. Valerius

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