Las historias con moralejas nos permiten reflexionar acerca de su contenido y aportan éxito a las personas que las leen; son una poderosa reflexión que nos pueden conducir a la construcción de un triunfo personal y, también, profesional.
En el caso de los cuentos, frecuentemente las moralejas tienen la razón.
Los cuentos o historias con moraleja nos permiten pensar acerca de la vida y el significado que le damos a la misma, llegando a inspirarnos y, así, reconectarnos con la esperanza.
Hoy he elegido esta corta historia de Patty Hansen, con moraleja, para que nosotros, adultos, recordemos acerca de la importancia de la actividad del hombre y sus adaptaciones a las nuevas condiciones, sin que ello signifique renunciar al respeto, el respeto, la paz y la igualdad; además de enseñar a los niños en significado de la gentileza, la honestidad y la solidaridad.
Dos semillas estaban juntas en el suelo primaveral y fértil.
La primera semilla dijo: “¡Yo quiero crecer! Quiero hundir mis raíces en la profundidad del suelo que me sostiene y hacer que mis brotes empujen y rompan la capa de tierra que me cubre… Quiero desplegar mis tiernos brotes como estandartes que anuncien la llegada de la primavera… ¡Quiero sentir el calor del sol sobre mi rostro y la bendición del rocío de la mañana sobre mis pétalos!” Y así creció.
La segunda semilla dijo: “Tengo miedo. Si pongo mis raíces a que se hundan en el suelo, no sé con qué puedo tropezar en la oscuridad. Si me abro paso a través del duro suelo puedo dañar mis delicados brotes… Si dejo que mis capullos se abran, quizá un caracol intente comérselos… Si abriera mis flores, tal vez algún niño me arrancará del suelo. No, es mucho mejor esperar hasta un momento seguro.” Y así esperó.
Y entonces pasó que una gallina que, a comienzos de la primavera, escarbaba el suelo en busca de comida encontró la semilla que esperaba y sin pérdida de tiempo se la comió.
La reflexión para compartir con amigos y familiares: A las personas que temen arriesgarse y a crecer, la vida se los devora.
Desde la ciudad de Campana (Buenos Aires, Argentina), recibe un Abrazo, y mi deseo que Dios te bendiga, te sonría y permita que prosperes en todo, y que derrame sobre ti, mucha Salud, Paz, Amor, y Prosperidad.
Claudio Valerio
®. Valerius