Eficiencia energética: cómo ahorrar gas y electricidad

Como evitar el derroche y hacer un uso racional. Las mejores tecnologías son la clave.

En medio de la segmentación y aumento de tarifas de gas y luz mediante, en octubre lasautoridades nacionales iniciaron una transición en materia de política energética.

Es importante a la hora de ahorrar y gastar menos tener en cuenta algunos datos:

La electrónica no es un gasto importante. Un televisor LED, una computadora, la radio o un router son una parte menor del consumo de electricidad. El mayor consumo se da en calefaccionar el ambiente y calentar agua (para cocinar, para bañarse, en el lavarropas).

En nuestro país, las heladeras consumen más energía que la generación nuclear del país.

Una pava eléctrica demanda una potencia de 1.500 Wats (1,5 KW, kilowats). Usándola una hora al día son 45 (1,5 x 30) kilowats hora (KWh). Para calentar agua, dice Juanicó, todo lo que se puede hacer con gas hay que hacerlo con gas, no electricidad. «Si por calentar con gas se hirvió el agua para el mate, le agregás 12% de agua a temperatura ambiente, y tenés agua a 90 grados, justa para el mate. De paso, el hervor hizo evaporar el cloro y el agua sabe mejor» – dice un los investigador del Conicet

Otros de los datos a tener en cuenta: Calentar un ambiente con una estufita de cuarzo de dos velas una hora por día agrega 30 MWh a la cuenta mensual. O el doble si son dos horas. O el triple si son tres. Todo tipo de estufa que se enchufa y genera resistencia es de baja eficiencia. Ahí entran caloventores, estufas de cuarzo o radiadores de aceite, de una eficiencia de 100%, contra 300% y 500% de un Split frío/calor sin o con tecnología “inverter” (ambos “usan” el calor o frío exterior, con distinto sistema de regulación). El lavararropa debe usarse lleno y con baja velocidad de centrifugado, lo que asegura un importante ahorro de energia, ademas de evitar roturas del artefacto. Además, se recomienda lavar la ropa “normal” con ciclo de agua fría, porque calentar 40 litros de agua a 90 grados demanda mucha electricidad.

El uso racional tiene que ver con cómo se procura satisfacer ciertos servicios energéticos (iluminación, calefacción, cocción). Según lugar y ocasión: uno puede iluminar o ventilarse simplemente abriendo una ventana. También es racional apagar la luz cuando se sale de un ambiente y poner el termostato a temperaturas moderadas. La eficiencia tiene más que ver con la tecnología, como las alternativas de iluminarse con lámparas incandescentes (o halógenas, las antiguas) o las “de bajo consumo” (FCL) o las de tecnología LED.

Otra forma de evitar derroche de energía es el uso de ventiladores cuando la temperatura es inferior a los 30 grados, pues en general tienen consumos 14 veces inferiores a los acondicionadores, lo que permitiría ahorra hasta 80% en costos de refrigeración en la zona central del país sin perder condiciones de confort. Ventiladores y climatizadores, producen una sensación de descenso de la temperatura de entre 3 y 5 grados.

Importante:

Cerca de un tercio de los usuarios del AMBA dejaron de recibir los subsidios al precio de la energía en octubre, lo que impacta en las facturas que llegan este mes. En noviembre ya se ven reflejados en las facturas que reciben los usuarios los incrementos en las tarifas de gas y electricidad como consecuencia de la reducción gradual de subsidios dispuesta por el Gobierno, que entró en vigencia el pasado mes de octubre.

Desde hace algunas semanas, las facturas tienen impresa la categoría a la que pertenece cada titular del servicio y también cuál es el monto en pesos del subsidio que reciben actualmente del Estado. La información aparece detalla bajo el título “Decreto PEN 332/2022″.