Interés General
Precios de los alimentos sin freno y faltantes en las góndolas
Café, atún y fiambres son algunos de los más costosos. El rubro alimentos, en la canasta de consumo de las familias, ya acumuló en el primer semestre un alza de casi 40%, más que el promedio del IPC.
De tal manera, ya son muchísimos más los alimentos que un año atrás había superado el umbral de $1.000 el kilo y, peor aún, más de una decena que superaron la barrera de los $2.000 el kilo. Este rubro tuvo un fuerte impacto producto de la suba de las cotizaciones internacionales de las materias primas desde antes de la invasión de Rusia a Ucrania, y con la guerra se acentuó. Otros factores como: la incertidumbre política, la creciente brecha cambiaria y las restricciones a las importaciones, también incidieron.
Debe tenerse en cuenta que, para ocultar el verdadero precio del producto muchas empresas están lanzando de manera permanente al mercado productos en envases de menor gramaje para que resulte alcanzable para el poder de compra de los salarios de los consumidores. La estrategia es que la etiqueta tenga un valor de 1000 o menor a este sin embargo el precio por kilo ya supera los 2000 pesos.
Por ejemplo: los mix de frutos secos pueden costar entre $3.300 y $4.800 el kilo,
Uno de los productos testigos es el atún. Hasta las segundas marcas superan los $2.000 el kilo. En tanto que primeras marcas como La Campagnola cuestan el doble ($4.000 el kilo). Más económico es la lata de lomo de atún, pero igualmente se ubica en torno a $3.000 el kilo, si se trata de una marca premium. Otro alimento importado es el salmón rosado, que se encareció fuerte en los últimos meses y ya se consigue a $3.000 el kilo.
Entre los productos lácteos, también se destacan dentro de los más costosos las primeras marcas de mantecas, que tienen un precio promedio de $1.900 el kilo, mientras que las de marcas propias o segundas marcas llegan a ofrecerse a la mitad.
Los fiambres también integran el listado de alimentos costosos, y lo mismo sucede con algunas galletitas especiales, que pueden llegar a valer hasta $.4.000 el kilo, como en el caso de las Oreo bañadas en chocolate o algunas importadas.
En el caso de café, la materia prima ingresa del exterior, el producto de una marca propia puede costar cerca de $1.000, pero para las de primera línea se comercializan entre $1.700 y $2.500.
Un capítulo aparte merecen aquellos productos de la canasta familiar que están desapareciendo de las góndolas porque se especula con el alza de sus precios. Tal es el caso de la comida para mascotas o el papel higiénico, entre otros.
En medio de las negociaciones entre el Gobierno, empresas de consumo masivo y supermercados para garantizar abastecimiento y precio de productos en las góndolas, el incumplimiento de la entrega de los productores a los supermercados llegó al 45% en los últimos días de julio.