No fue un paso al costado, cómo algunos aseguran. El pedido de licencia por tiempo indeterminado que el ex senador Roberto Costa, de Juntos, presentó a su cargo de concejal fue un nuevo paso atrás del político local que hace rato perdió el rumbo.
Asegurar que su candidatura en la lista de Juntos no era testimonial y que iba a ocupar el cargo para el que había sido elegido, y después no hacerlo, es una nueva «agachada» y una bofetada a la credibilidad de una parte del electorado escobarense.
En el pedido ingresado por Mesa de Entradas del Concejo Deliberante horas antes del inicio de sesiones del corriente año, la aclaración de: » sin percepción de haberes» o «sin goce de dieta» resulta casi patética toda vez que al mismo Costa no le importó haber puesto en la bancada años atrás a su hijo que también vivía de vacaciones, entrando y saliendo de su cargo a su antojo, e incluso mantuvo cobrando un sueldo de concejal a su amigo Gabriel Domínguez y Vence, al que rara vez se lo vio en el recinto.
Costa, quien al final de la campaña electoral había adelantado: «No se si estaré los cuatro años» jamás advirtió al electorado que ni siquiera pasaría por el Concejo en los tres meses que estuvo como edil.
Miente Costa y sus amigotes del periodismo cuando intentan hacerle creer a la gente que: porque no hay sesiones, no hay labor. El 14 de febrero se llevó a cabo la presentación del Plan estratégico Territorial en el Concejo Deliberante y el no estuvo presente. Como tampoco asistió a ninguna de las 4 mesas territoriales que se llevaron a cabo en el distrito. Claramente al concejal no le importaba formar parte del Escobar del futuro. Ni para aportar ideas ni para corregir equívocos.
Como una paradoja del destino Costa ni siquiera se digno a estar presente en la apertura de sesiones 2022 para solicitar su licencia ya que este jueves estuvo en la ciudad de Ensenada presentando el libro que publicó en 2020: Los Concejales. Sería provechoso para este personaje de la política local saber que «los concejales» asumen la responsabilidad representativa que les confiere el pueblo. Presentan proyectos, debaten en comisiones y fiscalizan la labor del Ejecutivo. Trabajan directamente en las bases de las comunidades, y son quienes ven los problemas de su entorno y recogen las iniciativas que la comunidad propone para mejorar su calidad de vida.
«Gracias a los miles de vecinos que con su confianza, y a través de su voto, me otorgaron la responsabilidad y el honor de representarlos.
Ocupo esta banca con el compromiso y la responsabilidad de trabajar todos los días por un Escobar, una provincia y un país mejor.» – dijo Costa el día que asumió. Tres meses después, y sin haber atendido ni a un solo vecino, ya que no volvió a acercarse al recinto, salió de gira con su librito (fotocopia fiel del trabajo de otros escritores).
Ya vi la película. Creo que se llama Return of the Living Dead