Interés General
NOS QUIEREN MUERTAS: En Escobar Milei no va a poder
La serie "Ella cuenta" habla de femicidios y muestra la realidad de la Argentina.

En un país que alguna vez fue elogiado como un bastión progresista en América Latina, las protecciones están siendo desmanteladas por un líder populista y los delitos de género están en aumento.
La semana anterior a su asesinato, Fernanda Soledad Yramain permaneció despierta toda la noche escuchando cómo una motocicleta rodeaba la casa donde se escondía. «No dejaba de decir ‘es él'», recuerda Daniella Viscarra, cuñada de Soledad con quien se había refugiado en la zona rural de Tucumán. «Tenía miedo todo el tiempo».
Un mes antes, en septiembre de 2024, Soledad, de 29 años, había terminado su relación con su novio, Francisco Timoteo Saldaño. Llevaban juntos desde que ella tenía 14 años y él 35, y tenían tres hijos. En el último año de su relación, Saldaño se volvió violento.
«Empezó a despertarse con moretones en los brazos y llorando. Él le puso un cuchillo en la garganta y dijo que la mataría», cuenta Sandra Yramain, tía de Soledad.

Juntas, Sandra y Soledad fueron a la comisaría a pedir protección. «Dijeron que ‘estos asuntos llevan tiempo'», recuerda Sandra. «Pero nadie llamó».
Durante la semana siguiente, Soledad regresó a la comisaría tres veces más. «Estaba segura de que la mataría», dice Daniella. «Así que siguió intentándolo».
Menos de un día después de su cuarta –y última– visita para rogar a la policía que la protegiera, Saldaño apuñaló a Soledad hasta la muerte con un cuchillo de carnicero, antes de suicidarse.
“Soledad hizo todo lo que tenía que hacer”, dice Sandra. “Pero, como a la policía no le importó, la partieron en dos”.
Si bien Argentina fue en su momento un bastión de los derechos de las mujeres en América Latina, ahora, en medio del auge del populismo bajo el liderazgo de la ultraderecha Javier Milei, las protecciones para las mujeres se están erosionando rápidamente. Organizaciones de derechos de las mujeres advierten que más mujeres como Soledad podrían morir como consecuencia.
Poco después de asumir el poder en diciembre de 2023, Milei disolvió la Subsecretaría de Protección contra la Violencia de Género y clausuró el Ministerio de la Mujer. «Por primera vez en casi 40 años, Argentina no cuenta con una institución dedicada a prevenir, sancionar y erradicar la violencia de género», afirma Mariela Belski, directora ejecutiva de Amnistía Internacional Argentina.
La administración también ha recortado drásticamente la financiación de los programas destinados a combatir la violencia de género. El programa Acompañar , que proporcionaba asistencia financiera y psicológica a las víctimas de violencia de género, ha sufrido una drástica reducción de fondos, mientras que la línea de emergencias 144 perdió el 42 % de su personal para julio de 2024.
“El gobierno está dando la espalda a las mujeres que sufren violencia”, afirma Belski.
En noviembre, Argentina fue el único país que votó en contra de una resolución de la Asamblea General de la ONU para prevenir y eliminar la violencia contra las mujeres y las niñas. Dos meses después, el gobierno de Milei fue más allá y se comprometió a eliminar del código penal la agravante de feminicidio , definida como la muerte de una mujer a manos de un hombre por su género. Esta medida provocó una rápida condena de organizaciones de derechos humanos.
Por otra parte, cabe recordar que, abogados y defensores también advierten sobre la creciente narrativa de que las mujeres inventan denuncias de violencia de género. En 2024, la senadora Carolina Losada, con el apoyo del ministro de Justicia nacional, Mariano Cúneo Libarona, presentó un proyecto de ley para aumentar las penas por acusaciones falsas de violencia de género .
De esta manera el Gobierno Nacional cuestiona de manera «oficial» la credibilidad de las víctimas. Esta es la principal narrativa del gobierno de Milei que ha desatado todo un espectro de odio y obstáculos. Sin lugar a dudas una amenaza indirecta para disuadir a las mujeres de denunciar los delitos.
Desde marzo, Escobar cuenta con un patrullero especial dedicado a acompañar y asistir a personas que sufren violencia de género o algún tipo de situación crítica que requiera atención inmediata. Se trata del “móvil violeta”, un vehículo de la Policía Municipal que trabaja con un equipo de profesionales para intervenir en casos de violencia o para brindar apoyo psicológico. Desde su puesta en marcha, ya se realizaron mas de 40 intervenciones.
El Móvil Violeta asiste a personas cuando la Secretaría de Seguridad recibe un alerta sobre una posible e inminente situación de violencia, registrada tanto por el Centro de Monitoreo, el sistema de Ojos y Oídos en Alerta, o por teléfono al 911. El patrullero cuenta con un equipo conformado por once profesionales de distintas ramas, entre las que se destacan psicólogos y psicólogas, un experto en seguridad ciudadana, una enfermera capacitada en primeros auxilios psicológicos y manejo de crisis, y un grupo de operadores entrenados para asistir a víctimas.
Para denunciar situaciones que requieran la intervención de esta unidad, los vecinos pueden comunicarse al 911 o al 11-2703-9985 (Ojos y Oídos en Alerta).