Cabo 1° Omar Alberto Liborio
El 2 de Abril de 1982 siendo las 07:30 hs entra al Depósito el Jefe de Tiro Teniente 1º Juan Jorge Ferreyra y me dice, Liborio acabamos de entrar en guerra con los ingleses. Les aseguro que fue un desayuno difícil de digerir, pero éramos profesionales y tendríamos la oportunidad de poner en práctica lo aprendido y lo más importante, defender nuestra Nación y Estilo de Vida.
Así que con mi Grupo de Soldados del Depósito comenzamos a armar los Equipos para todos los Soldados y Cuadros, y reforzarlos, porque sabíamos que tendríamos que enfrentar a nuestro principal Enemigo “El Frío”.
Sabíamos que nos trasladaríamos en tren hasta San Antonio Oeste y desde allí en carretera. El 19 de Abril llegó la orden de embarque por Ferrocarril, lo último que recibimos fueron las Camperas de Douvet que el Ejército había comprado, así que las tuve que entregar en el andén del Ferrocarril.
Fui el último de salir de la Batería, así que cuando me dirigía hacia el Camión que me esperaba enfrente, iba caminando con un manojo de camperas en los brazos y en eso se me cruza un perrito de raza indefinida que los Soldados de la caldera habían criado, así que lo eché, se me cruzó de nuevo entonces lo levanté y lo cargué al camión con nosotros, lo bauticé “TOM” (Teatro de Operaciones Malvinas). Se transformó en nuestra mascota, tal vez el más querido y mimado por todos. Nunca se separó de nosotros.
Ya estando en la Unidad, en Comandante Luis Piedra Buena, el 11 de Mayo llegó la orden tan esperada, teníamos que cruzar a Malvinas, pero sólo dos Piezas de las seis que tenía la Batería! Así que pedí ir de voluntario y también lo hicieron los diez Soldados Sirvientes de Pieza, y por supuesto, sin consultarlo nos llevamos a Tom.
En la madrugada del día 13 de Mayo, luego de un viaje anterior frustrado, cruzamos a Malvinas a bordo de un C-130 Hércules, donde se cargó el SOFMA, un camión UNIMOG, equipos Personales, Proyectiles para el Cañón con respectivas cargas de pólvora, Elementos de Primeros Auxilios y Correspondencia.
Cuando llegamos a Malvinas había un apagón total porque había Alerta Roja, así que el Hércules descargó todo lo que traía en el interior en la Pista de Aterrizaje y partió nuevamente. Teníamos que desalojar la Pista por si llegaba otro Vuelo, estando en esa tarea comienza el bombardeo inglés, era impresionante como caían los proyectiles tan cerca nuestro y nosotros en medio del infierno sin saber dónde estábamos, creo que ése fue, a mi entender, nuestro Bautismo de Fuego…
Relato: Del entonces Cabo 1° Omar Alberto Liborio – Grupo de Artillería 101
