Hoy quiero ofrecerte mis buenos deseos.
Desde luego que no estamos exentos de que las cosas se nos compliquen y, cuando eso ocurra, te deseo una solución. Del mismo modo, deseo que tengas tranquilidad para cuando tengas problemas.
¡Que no te falte entusiasmo cuando te sientas deprimido!
Si te sentimos solo, si te invade esa sensación de que nada tiene sentido, simplemente, y de manera espectacular, deseo que tengas paz interior y, con él, te deseo amor.
Cuando pierdas la esperanza, no te desesperes, necesitas un amigo; y, por ello, deseo que acudas a Nuestro Señor Jesucristo; porque Él siempre estará para ti.
¡Anímate a ser tú mismo!… Despierta cada mañana y levántate con actitud positiva; esa predisposición nos hace guerreros siendo esto el primer milagro del nuevo día y, cuando se llegue al final del día, hagámoslo con una sonrisa y que ésta persista por mucho tiempo.
Que cada amanecer sea de muchas bendiciones para ti y todos los tuyos.
Desde la ciudad de Campana, Buenos Aires, recibe un abrazo y mi deseo que Dios te bendiga, te sonría y permita que prosperes en todo, derramando sobre ti Salud, Paz, Amor, y mucha Prosperidad.
Claudio Valerio
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