
Este 8 de marzo, de la mano del lema de la ONU, se reivindican los derechos, igualdad y empoderamiento para todas las mujeres y niñas, es decir, en su diversidad en todo el mundo, lejos de estereotipos, ni discriminación.
En materia de derechos, seguimos pidiendo a las estructuras de poder de cada cultura y a los varones en particular, algo tan básico como que las mujeres seamos tratadas como sujetos de derechos -no como objetos- y se respete nuestra plena facultad de elegir y decidir por nosotras mismas.
En lo particular, el tema de la reivindicación de igualdad y empoderamiento, me remite a reflexionar sobre el derecho laboral de las mujeres, pero soy consciente de la imposibilidad de abarcar la totalidad del tema en pocas líneas, por la singularidad de cada persona, género, familia e incluso cultura; quedando este escrito acotado solo a algunas generalidades locales, sin negar la importancia de otros temas o pretender restarle reconocimiento o derechos a los varones. Simplemente intento reivindicar la igualdad de oportunidades (y pese a que no parece, para ello no tengo que pedirle permiso ni perdón a nadie).
Aunque se trate de disfrazar, en 2025 el mercado laboral sigue rotulando solapadamente a las mujeres como “potenciales madres”, sin importar nuestras individualidades, deseos, incluso sin considerar sinceramente el derecho a trabajar, el derecho a maternar, paternar y el derecho de los niños.
Este mercado laboral reconoce en hechos cotidianos, que la familia y la crianza de los hijos se sigue apoyando en las mujeres, y esto ocurre -en gran parte- por la atribución del rol de cuidadoras, por sobre otras aspiraciones en la vida.
Así, al día de hoy, un gran número de mujeres jóvenes sigue en desventaja de oportunidades y terminan supeditando la elección de su futuro laboral o profesional, a la posibilidad o no, de ser madres, y viceversa. En el ámbito laboral o científico se podría decir que estos puntos parecen mutuamente excluyentes.
Aunque se haya avanzado en materia de derechos, se siguen naturalizando algunas cuestiones que demuestran la necesidad de seguir trabajando por ellos y por la igualdad de oportunidades.
¿Por qué se necesita seguir la lucha del 8 de marzo?
– Porque aún, en 2025, existen creencias que dejan a las mujeres jóvenes en la encrucijada de sentir que tienen que elegir entre una carrera profesional / laboral competitiva o la maternidad.
– Cuando se cree que las mujeres deben ser perfectas, verdaderas multi tasking, debiendo demostrar el doble de valía y temple, por menor precio, y defendiendo la honra.
– Cuando se juzga a las mujeres madres (solteras o no) que delegan cuidados para poder salir a trabajar, estudiar y esparcirse (o cualquier otra actividad que se ve naturalizada en los varones padres).
– Cuando se juzga a las mujeres madres que “no trabajan”. Al parecer la sociedad actual valora a las personas que producen ingresos, es decir es valioso ganar dinero como administradora, niñera, empleada doméstica, maestra particular y conductora de taxi, pero si las mujeres acuerdan ser la que cumplen todas esas funciones gratis, durante años, para la familia, se convierten en “mantenidas”).
– Cuando no quedan en puestos importantes porque son las que renuncian, son despedidas o terminan tomando trabajos precarizados porque son las que una y otra vez responden a situaciones o urgencias propias de la crianza de los hijos.
– Cuando todos los factores anteriores socavan la obtención de puestos altos y salarios justos, y sus trabajos quedan en segundo plano, relegados ante cambios o demandas del trabajo de la pareja.
– Cuando se sigue elogiando y calificando como “ayuda” el cumplimiento de las tareas parentales de los varones en la crianza de sus hijos, las tareas domésticas, etc. (estos pensamientos confirman que la crianza y la casa siguen siendo deberes atribuidos a las mujeres).
– Cuando los hijos crecen y las mujeres deciden retomar el trabajo o carrera y se encuentran con el impedimento de la edad. ¿Sabían que muchas veces, cuando las mujeres intentan volver al mercado laboral no son contratadas porque perdieron años de aportes y son un «problema» a la edad de jubilarse?
Que tengamos un día de la mujer sincero, porque la reivindicación sea viralizada cotidianamente, no solo hoy.
Lic Nadina Rocco Marvin
MN 85680 MP 20864