COLUMNA DE OPINION
“La hormiga y la cigarra”; ¿sobre lo que nos dice esta fábula?
Por Claudio Valerio

La conocida fábula de “La hormiga y la cigarra”, de Esopo, es mundialmente conocida. En ella, claramente nos enseña la importancia de la previsión y el trabajo… Una cigarra es perezosa pasando el verano cantando y, contrariamente, la hormiga laboriosa acumula alimentos para pasar el invierno. Con la llegada del frío, la cigarra le pide comida a la hormiga, negando esta última a hacerlo y, en consecuencia, la cigarra muere de hambre.
La fábula muestra a una hormiguita que construía su casa y guardaba comida para el invierno; pero, mientras la hormiguita trabajaba, la cigarra se daba la gran vida y encima era burlona… ¡Hormiga tonta!, le decía. «Mañana te mueres y nada te llevas.»
Luego llegó el invierno y la cigarra se dio cuenta que no tenía ni techo, ni comida… Entonces la cigarra fue a pedir apoyo a la hormiga. La cigarra dijo: «hormiguita por
favor, ayúdame, no seas mala, no seas egoísta… tienes que aprender a compartir.” Desde adentro de su refugio, la hormiguita le dijo: «Ahora pues… ¿no te burlabas de mí? ¿No decías que mañana te mueres y no te llevas nada?…»
En la vida tenemos que elegir qué es lo que queremos ser: ¿hormiga o cigarra? o quieres ser. Pensemos en nuestra familia, pensemos en nosotros; porque, más adelante, no tendremos las mismas fuerzas, vamos a tener más edad, por lo que no podremos hacer todos los trabajos que en este presente hacemos.
De nosotros depende cómo queremos llegar a la vejez.
Son frecuentes expresiones como, “mañana te mueres y nada te llevas»; «sin nada venimos y sin nada nos vamos»; «al final, todos iremos a parar al mismo hoyo. «Nunca se podrá avanzar, ni salir adelante si se mal gasta el dinero ya sea en fiestas y alcohol.
Son las decisiones que tomamos en el día tras día lo que nos hace confiables y, gracias a lo que hacemos, podemos crear y forjar nuestro futuro… No nos engañemos; no hay mala suerte, solo decisiones mal tomadas o, peor aún, no tomadas a tiempo
No caigamos en la mediocridad e irresponsabilidad de no saber manejar las finanzas familiares y personales… Y, si bien es cierto, no es justificativo para vivir alocadamente; que no sea esta la excusa… Maduremos.
Desde la ciudad de Campana, Buenos Aires, recibe un abrazo y mi deseo que Dios te bendiga, te sonría y permita que prosperes en todo, derramando sobre ti Salud, Paz, Amor, y mucha Prosperidad.
Claudio Valerio
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