COLUMNA DE OPINION

Fortín Malvinas

Por VGM Enrique Oscar AGUILAR

 

𝗥𝗘𝗖𝗨𝗘𝗥𝗗𝗢𝗦 𝗗𝗘 𝗨𝗡 𝗖𝗔𝗕𝗢 𝗤𝗨𝗘 𝗖𝗢𝗠𝗔𝗕𝗧𝗜𝗢 𝗘𝗡 𝗠𝗢𝗡𝗧𝗘 𝗛𝗔𝗥𝗥𝗜𝗘𝗧

 𝘙𝘦𝘭𝘢𝘵𝘰 𝘥𝘦𝘭 𝘦𝘯𝘵𝘰𝘯𝘤𝘦𝘴 𝘊𝘢𝘣𝘰 𝘔𝘢𝘯𝘶𝘦𝘭 𝘓𝘢𝘳𝘳𝘰𝘻𝘢𝘗𝘦𝘳𝘵𝘦𝘯𝘦𝘤𝘪𝘦𝘯𝘵𝘦 𝘢 𝘭𝘢 3𝘳𝘢 𝘉𝘳𝘪𝘨𝘢𝘥𝘢

 

Primera Parte

Me entero el día dos de abril que recuperamos las Islas Malvinas, cuando fui a trabajar al cuartel, en ese momento era Cabo, y cuando llego a formación de la mañana ahí me dicen que recuperamos las Malvinas. En esa época tenía 23 años. Ese, día en la formación nos dicen que tomaron las Islas. Así nos enteramos por medio del comandante y la 3ra Brigada de Infantería, que estaba en Curuzú Cuatiá provincia de Corrientes. La Brigada 3ra no iba a tener participación en la guerra porque estaba en la otra punta. El día 7 de abril hacemos la formación y ahí nos comunican que nos íbamos a trasladar a Puerto San Julián, en defensa o en reemplazo de la gente del sur que pasaban a Malvinas. -A partir de ese momento empecé a escuchar radio, leer los diarios a buscar información para saber qué pasaba, estábamos muy contentos, eufóricos, después de 133 años recuperábamos las Malvinas. Era una ilusión, todo el mundo vivía eso como un triunfo, algo muy lindo que nos estaba pasando. -Nos trasladan por medio de FFCC hasta Paraná, Entre Ríos, con todo lo que teníamos que llevar al sur, equipos camiones, todas las cosas… era una brigada que tenía varios regimientos a cargo: de Curuzú Cuatiá dependía Pasos de los Libres, Monte Caseros, Mercedes, Goya, todos dependían de la 3ra Brigada. Entonces la brigada completa se trasladaba al sur. Y así lo hicimos, varios salieron antes, todo por tren hasta Paraná, y de Paraná hasta Comodoro Rivadavia por modo aéreo en un Boeing de Aerolíneas Argentinas, sin asientos, sentados sobre el casco, así volamos hasta Comodoro Rivadavia Provincia de Chubut, íbamos a reemplazar a la gente que se iba a Malvinas, porque había gente del sur que ya estaba en Malvinas, el regimiento 8 de comodoro Rivadavia y el 25 de Sarmiento, Chubut, que fueron los que tomaron las islas, conjuntamente con la armada. Nosotros íbamos a relevarlos porque teníamos miedo de Chile, hubo un conflicto muy cercano, que fue en el ‘78 y nosotros íbamos a la frontera con Chile. Nada más. Llegamos a Comodoro Rivadavia, estuvimos varios días y el 23 de abril marchamos a Puerto San Julián, desde Comodoro, durante todo el día. A la noche nos dicen ahí que íbamos a pasar a Malvinas, cargamos todas nuestras cosas en un barco y de vuelta en camiones a Comodoro Rivadavia, para pasar el 24. Mi familia no sabía, ni siquiera que estaba en Comodoro Rivadavia, porque en ese entonces nos comunicábamos por carta. Y llegaban una semana después, todo el trajín de descargar las cosas, tampoco pudimos escribir las cartas, es decir, cuando llegamos a Comodoro Rivadavia, recién ahí pude escribir una carta avisándole a mis padres que estaba en el sur, pero no le dije que me iba a Malvinas, no sabía. Entonces no sé qué pasó, hubo una orden en Puerto San Julián, nos volvimos el 24 a la mañana, llegamos a Comodoro como a las 9 de la mañana. Ahí descansamos, racionamos en ese momento y nos dijeron que la brigada 3 pasaba a Malvinas. Yo era parte de la cocina del rancho de tropas, estábamos encargados de dar de comer… no era cocinero, era el que entregaba los víveres para que cocinara el cocinero, esa era mi función. Dimos de comer, íbamos a descansar hasta las 3 de la tarde, y a las 5 teníamos que estar listos para ir al aeropuerto, y pasar a Malvinas. Nos acostamos a dormir, los cocineros son los que menos descansan, tenían que limpiar todo, estábamos en una cocina prestada era del Liceo Militar General Roca, nada era nuestro ni los utensilios nos prestaron para cocinar, nos acostamos a descansar y me quedo dormido, a las 6 de la tarde no había nadie, ya se habían ido, nos habíamos quedado en la cocina…esta es una anécdota, teníamos miedo que nos tomaran como desertores y los reglamentos militares de aquella época decían que aquel que desertaba en tiempo de guerra se castigaba con el fusilamiento. Me despierto y despierto al cocinero que estaba conmigo y había seis soldados más, salimos a buscar al resto, ya los habían pasado a buscar a las tres, o sea, ni durmieron, ni se acostaron. Cargaron a todos y se fueron… tenían vuelo a las tres de la tarde, no como nosotros habíamos pensado… Así que pasamos a dedo; como a las siete de la tarde conseguimos un camión que nos llevara al aeropuerto y el que nos llevaba era un suboficial que estaba a cargo nuestro. Iba y preguntaba a cada aeronave que salía a Malvinas si había lugar para pasar. Así a la una de la mañana había lugar en un Fokker, subimos los ocho que estábamos ahí, salimos a Malvinas, nos dijeron que el vuelo duraba poco, una hora, u hora y media…. Pero nosotros seguíamos volando, después de tres horas… y se ve que el avión volvió a Comodoro, se veían las luces de la ciudad, y nosotros dijimos “qué linda son las Islas Malvinas, ¡qué grande, se ven las luces!” ¡No, habíamos vuelto a Comodoro!! El comandante del avión nos dice que no nos bajemos del avión, volvimos a Comodoro, no había podido aterrizar por el fuerte viento que había. Cuando le avisaran que podía, volvíamos a Malvinas. Así lo hicimos, llegamos a las islas a las 7 u 8 de la mañana, cuando aterriza el Fokker, detrás lo hace un Hércules de la Fuerza Aérea, con mercadería, entonces tuvimos que descargar toda la mercadería, justo nos agarraron para trabajar. Después que terminamos recién ahí pudimos encontrarnos con todos los integrantes la brigada de Curuzú Cuatía. En la guerra hay gente que se dedica a la logística quienes combaten yo estaba en logística. Pero ante la necesidad de personal, a todos los jóvenes que componíamos desde el grado de Sargento primero para abajo que componíamos la III brigada nos trasladaron a Monte Harriet, formando una sección de infantería a cargo del el Capitán Polano (quien posteriormente es evacuado por tener pie de trinchera) y como segundo jefe el teniente Oliva Era ingeniero militar.-Los que tenían más experiencia se encargaban de dar ánimos al resto, pero también teníamos soldados muy valientes, los correntinos son muy valientes (risas). No tenían miedo de nada. Ellos querían pelear, decían: “vinimos para esto”. Bueno, pero sucedieron tantas cosas entre medio de eso, que te puedo contar; estuve hasta las 11 de junio a la noche en Monte Harriet y siempre recibiendo bombas de la artillería enemiga. Estábamos al pie del monte: de día vivíamos en los refugios que daban al mar porque la artillería británica constantemente nos hostigaba (en el trascurso de la guerra, habían tomado San Carlos, Darwin y sabíamos que se venían. No por mar, sino por tierra. Se habían recorrido la isla a pie y tomaban cada lugar donde luchaban). Nosotros éramos la retaguardia de Puerto Argentino, decían que lo ingleses iban a desembarcar allí, por eso había tantos soldados alrededor. Después terminamos siendo primera línea, los ingleses desembarcaron en San Carlos, tomaron San Carlos, Darwin y atravesaron caminando la isla hasta Puerto Argentino. Continúa…

 

 

Noticias relacionadas

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Close