COLUMNA DE OPINION

Fortín Malvinas

Por VGM Enrique Oscar AGUILAR

 

Nota realizada por la Agrupación “HERENCIA MALVINAS ESCOBAR”, (Integrada por hijos de Veteranos de Guerra de Escobar)

Ciclo de Charlas

Invitado N.° 15 VGM SERGIO DANIEL MUÑOZ

 Nacido en Escobar, estaba al cuidado de su abuela María Isabel.

Sergio comienza contando que cumplió con la Ley del servicio militar obligatorio por medio de sorteo, cuyo número fue el 400. Esto sucedió a los 19 años ya que los cumplía en el mes de enero.

Le gustaba, él tenía pensado, luego de terminar con el servicio militar, seguir la carrera la carrera, pero su familia incide para que cambiara de idea. Esto era una experiencia más por vivir. Ingreso al Regimiento Nº3 de la Tablada, destinado a Ramos Mejía como albañil, luego haciendo reparaciones, colocación de pisos, pintura, etc. Luego fue a la Escuela de Infantería Pedro Eugenio Arámburo y siguió construcción.

Malvinas:

Cerca de la fecha, lo mandan al cuartel a buscar ropa de salida para su franco, pero queda acuartelado. Le dan la orden de preparar equipo aligerado de campaña y armamento para presentarse en la Plaza de Armas. En ese momento pasa un avión con un cartel que decía “Las Malvinas son argentinas” y entre ellos se preguntaban a que se debía eso.

Separan a dos soldados, él era uno de ellos, para incorporarse al rol de revista y combatir en Malvinas como apoyo de combate. Viajo en camión al Palomar pasando la noche y el 10 de abril, en avión a Rio Gallegos. Ellos veían que se iban marchando todas las tropas.

Al otro día, aproximadamente a las 0700 / 0800 los trasladan a Malvinas en un avión C 130 Hércules con una carga de 365 explosivos. El 13 de abril los trasladan caminando al pueblo con precaución de que no los ataquen, ya que llevaban muchos explosivos, por estar en la zona de combate. Su función era la de abastecer municiones a la primera línea. Hacían posiciones (Trincheras) de 1,50 metros por 2 metros de largo y camuflarlos con césped; También realizaban pozos de zorro donde se ponían en posición de combate. Con el comienzo de los ataques navales durante la noche, se atrincheraban con el armamento ya que estaban en desventaja por no contar con visores nocturnos como los ingleses.

Sergio nos expresa que no llegaba la comida, se trasladaban a otros puestos de guardia, donde llegaba la comida, para poder comer. Lo lograba cada dos días. Paso 60 días padeciendo hambre y frio, entre 12º y 15º bajo cero con agua helada (del hambre que sentía, llego a comer una manzana manchada con gasoil).

Durante la guerra, con tristeza, nos cuenta que perdió 3 compañeros y en ocasiones vio varios soldados con heridas graves como falta de miembros, pero por la misma adrenalina, no lo impresionaba. Él se sentía seguro y orgulloso por lo que hacían sabía que solo Dios decidiría si moría o no. En una ocasión estaquearon a un compañero, lo que les generó dolor e impotencia; Quisieron darle cigarrillo y el jefe no los dejaba. Artos del sufrimiento de su compañero, amenazaron a su superior para que lo soltara, ya que el motivo había sido robar comida. Eran muy unidos, muy buenos compañeros, se defendían entre ellos.

Estando de guardia, hubo un gran ataque de armas portátiles, estaban en las trincheras y los jefes gritaron “A los pozos” y tuvieron que correr hasta ellos. Se mete en el pozo con una ametralladora 12.7 (Para abastecer a los soldados). Horas después, en la zona, encuentran una bomba que no había explotado.

Estaban en el terreno preparándose para la nueva orden y vino el jefe de la compañía y dijo: “Sácame a los pibes de ahí, hay que replegarse, nos rendimos”, esta noticia fue un golpe psicológico muy duro.

Les hicieron tirar el armamento y el veterano Muñoz tiro el fusil Fal, pero se dejó el sable bayoneta en el bolsillo. La tropa se cae moralmente. Escuchan que se rendían y que había como 5000 comandos ingleses desembarcando.

Son llevados por un callejón, donde son revisados y le encuentran el sable bayoneta, haciéndoselo dejar.

Pasaron la noche en el pueblo y lo llevaron caminando hasta el aeropuerto. Al llegar al lugar y por los ataques previos, el aeropuerto estaba destruido, por lo que tuvieron que volver al pueblo.

Accedieron a un depósito donde tenían comida, cigarrillos y chocolates. Vio como de la bronca unos compañeros prendieron fuego ese deposito.

Fueron llevados en un lanchón al Gamberra como prisioneros. Les hicieron sacar los cordones y los volvieron a revisar y le encontraron una piedra, que traía como recuerdo, y lo obligaron a dejarla. Llego a Puerto Madryn y los subieron a un camión donde estaban las tropas. De ahí a Trelew en micro, a las 2300 horas los trasladaron al Palomar, en avión. Ya en la Escuela Sargento Cabral, lo tienen para recuperarlo física y anímicamente. Tuvo una revisión médica. Le dolían mucho los dedos debido al frio.

De vuelta al Regimiento, vio a su mama y a su tía detrás del paredón y no sabe como salto para el otro lado. Se dieron un abrazo muy extenso. Tomo varios colectivos que paro informándoles que venía del sur., razón por la cual, los 3 viajaron gratis hasta Maschwitz.

En su pueblo tuvo un buen recibimiento, ya que todos lo saludaban.

Posguerra:

Los primeros años le costaba festejar navidad. No salía del interior de su casa, tenía miedo. Estuvo de 4 a 6 años, para poder superarlo. Lo sucedido en el conflicto, le genero un rechazo y odio a las armas.

Con respecto al trabajo, no le resulto difícil conseguirlo.

A los 30 días de haber vuelto de Malvinas, se accidenta por problemas de visión que le habían quedado debido a las Bengalas. Esto provoca que al cruzar una calle y no ver el auto que venía, fue arrollado expulsándolo 30 metros. Estuvo 26 días hospitalizado y tuvo una rehabilitación durante un año.

Actualidad:

Para los que lo quieran visitar y charlar del conflicto bélico de la recuperación de nuestras Islas Malvinas, lo encontraran, todas las mañanas, trabajando en la Plaza de Veteranos de Guerra del Partido de Escobar, donde nos manifiesta que mantiene la gesta y está cerca de sus compañeros (La plaza se ubica en frente del Centro de Veteranos de Escobar), le gusta ir tod0s los dias ya que su terapia es estar comunicado con ellos.

Con respecto a la vuelta de Malvinas, posguerra, no lo hizo, y no quiere hacerlo. Nos dice que a pesar de su hermosa tierra y fauna, pero los recuerdos generados al volver, lo afectaría negativamente.

Para concluir nos expresa que la gesta nunca se tiene que olvidar y que el día de mañana, el Centro de Veteranos debe ser representado por los hijos de los Veteranos de Guerra.

Realizada por: Vanesa CARDOZO

 

 

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