
“Persona non grata es”
¿Cuándo los juicios a la moralidad estarían sujetos a la subjetividad u objetividad? Esto, desde luego, es muy confuso y desde luego que sí hay gente buena, como también sí hay gente mala y, si redoblamos la apuesta, incluso tal vez haya gente malvada. Pero, considerando esto, «ser bueno o malo depende de cómo se vea», y esta es una afirmación que considera la subjetividad de la ética y la moral y, en un contexto cultural, a la persona se la considera mala o buena según sus valores.
En el ámbito diplomático, «Persona non grata» es una expresión latina que significa «persona no bienvenida», «persona no deseable»; pero, ¿en qué ámbito es considera la presencia de esa persona inaceptable?… Esta declaratoria puede ser la respuesta a ciertas conductas y actitudes en las que viola o transgrede una persona y, a partir de las cuales se la censura o reprocha socialmente… Pero; ¿cuándo una persona se volvió grata o ingrata? ¿En qué fecha, en qué momento o a qué hora una persona procede de manera incorrecta? ¿Cuándo resulta válido considerar y llamar a alguien moralmente bueno o malo?
Ser «persona non grata», o «persona no grata» puede aplicarse no solo a personas, sino también a acciones, disposiciones y muchas cosas más; los criterios variarán… La envidia considerara la raíz del mal, puede llevar a los individuos, sean mujeres u hombres, a lanzar y/o manifestar juicios de valor negativos; no nos sorprendamos cuando nos sucedan cosas como esas… Somos buenas personas y, por lo tanto, merecedoras de todo lo bueno que hay en este mundo y de las cosas bonitas que nos ocurren. La moralidad está influenciada por los intereses y percepciones de algunos de nuestros semejantes; la moralidad no resulta ser un concepto absoluto.
Es crucial rodearse de personas positivas. Además, y respetando las ideas de los otros, fijemos límites para protegernos de la influencia de personas envidiosas.
Sigamos iluminamos el mundo haciendo buenas obras y hagamos cosas que sirvan para transformar. No caigamos en la bajeza de la envidia… Nuestra participación en la comunidad, por más pequeña que creamos que sea, es tan importante que, en el corto plazo, a la envidia la transformará en motivación.
Todos somos miembros del mismo equipo; todos seremos bendecidos cuando, desinteresadamente, nos ubiquemos exactamente en el lugar donde Dios quiere que estemos…
Desde la ciudad de Campana (Buenos Aires), recibe un saludo, y mi deseo de que la vida te sonría y permita que prosperes en todo, derramando sobre ti, Salud, Paz, Amor, y mucha prosperidad.
Claudio Valerio- © Valerius