COLUMNA DE OPINION

Roberto Costa y el poliamor

Por Graciela Zorrilla

El ex senador Roberto Costa, ya en su ocaso, pretende seguir influyendo en la politica escobarense y de la 1era sección electoral.

Costa juega a  3 bandas:
Con Milei, negocia  un lugar para su hijo Leandro como diputado provincial, mientras va colando a Eduardo Gianfrancesco en la lista de concejales.
Con Pato Bullrich, la número 2 es la fiel Yesica Avejera, cómo concejal en la lista que lleva a un ignoto Walter Klix como pre- candidato a intendente.
En la lista de Horacio Rodriguez  Larreta, pretende ir él como diputado y 2 radicales en la lista de concejales de Mariano Castagnaro.

No logro determinar si lo suyo es Poliamor, o simplemente promiscuidad política, sin límites en su habitual ambición de no perder una porción de poder que cada vez se achica más.

Lo cierto es que Costa hoy para Juntos es un perdedor, más allá de los resultados que pueda lograr.  Es un perdedor porque resta Porque no ha logrado o ha arreglado sistematicamente no ganarle a a Patti, a González, a Sandro, a Sujarchuk. En los últimos 20 años le ha restado a la oposición en vez de sumarle. No es la primera vez que logra «alianzas»  para sacar provecho, ya sea dentro de su propio espacio  o como lo ha hecho con gobiernos anteriores mientras mantenía un falso discurso opositor. Durante mucho tiempo logró mantener su contubernio oculto, pero para Escobar su “promiscuidad” ya es evidente.

Al eterno negociador de puestos,  no le interesa que su espacio gane, Solo le interesa que le den un lugarcito y poder entrar. De profesión «vivo de la política», el tipo sólo quiere salvarse y debe creer que las elecciones son el Casino: juega 1era, 2da y 3er docena, cero y doble cero. En cada elección, él consigue un botecito que lo mantenga a flote a costa de que su barco quede encallado.

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