EL INFORME DEL TENIENTE VAZQUEZ SOBRE LA BATALLA DE MONTE TUMBLEDAWN
Parte III
Aproximadamente a las 2300 me avisan pasando la voz que el Conscripto KHIN en el grupo de la izquierda, había sido herido por la artillería. Dejo mi fusil en el pozo para correr más rápido y lo hago hasta la posición de KHIN casi en el extremo izquierdo de la Sección. Allí lo encuentro parado bajo fuego de artillería agarrándose el vientre. Lo empujé hacia un pozo donde, con la ayuda del Conscripto que se encontraba en él, lo vendé, tratando de que no se le salieran órganos hacia fuera nuevamente. Mientras me encontraba en esa tarea, siendo las 2310, se detuvo el fuego de artillería y casi simultáneamente tropas de infantería británicas, pasaron al asalto de nuestra posición, cruzando la misma en dos olas. Una lo hizo de sur a norte, y la otra de oeste a este.
El asalto se ejecutó en línea, haciendo fuego con las armas desde la cadera a una distancia de aproximadamente 5 m. hacia delante, estando todo el personal británico con bayonetas caladas.
La totalidad de la sección abrió fuego iniciando un combate que intercalaba el fuego de los fusiles, granadas de mano, fuego de ametralladoras, y combates a bayoneta y golpes.
Al ver a los primeros ingleses que cruzaron sobre el pozo donde yo estaba curando a KHIN, le indiqué al otro Conscripto que termine de vendarlo, saqué mi pistola y una granada de mano y corrí hacia mi pozo de zorro en el centro de la Sección donde tenía mi fusil y el equipo de radio para conducir el combate.
Al correr hacia el pozo, tomé conciencia que estaba mezclado entre los ingleses, que en ese momento habían pasado al asalto. Hice fuego contra ellos con mi pistola a medida que los cruzaba, hasta que en determinado momento debí hacerme el muerto cuando se encendió una granada iluminante de artillería que iluminó totalmente la Sección. Caminaron casi encima mío por ambos costados, hasta que, al apagarse el iluminante, logré correr hasta mi posición, y retomé la conducción de la Sección.
En esos momentos el combate se había generalizado en todo el frente y retaguardia de la Sección.
El grueso de los ingleses nos sobrepasó, tomando posiciones a mi retaguardia, permaneciendo gran cantidad de ellos mezclados entre nosotros, entablándose un combate por el fuego a distancias de aproximadamente 10 o 20 m., que, de no lograr batir al defensor, concluía con una arremetida del inglés contra el pozo para llegar a la bayoneta o los golpes.
Intenté comunicarme con el TC MIÑO en varias oportunidades, pero me fue imposible. Ya nos había pasado anteriormente que no teníamos enlace radioeléctrico con él, pese a que nos separaban 50 m.
En determinado momento, estaba recibiendo un muy intenso fuego desde mi retaguardia desde lo que sería mi posición de cambio ocupada por el Subteniente SILVA. Dada la gran cantidad de armas que me hacían fuego desde allí, (incluía ametralladoras), interpreté que el TCIM MIÑO, viendo lo que me estaba pasando, giró su sección y me estaba apoyando. Pero me estaba produciendo bajas, incluso una ametralladora batía desde 30 metros detrás de mí, a mi pozo, y casi no me dejaba asomar. Personalmente no pude neutralizarlos con mi fusil y con granadas de fusil (le lancé dos), le solicité al Conscripto GASCO, (jefe de la ametralladora de la izquierda) que la bata. Después de un rato (dado que estaba combatiendo cuerpo a cuerpo con ingleses provenientes del frente), tomó la MAG y neutralizó a la ametralladora de referencia.
Lo llamé al jefe de Compañía y le dije: «Señor, dígale a MIÑO que deje de apoyarme porque está matando mi gente «. El TN VILLARRAZA me contestó: «MIÑO está conmigo».
Así supe que MIÑO se había replegado sin avisarme. También asumí que SILVA y sus cinco hombres ya no estaban allí. También confirmé que estaba rodeado.
Esta situación, continuó hasta aproximadamente el 130115 en que aprecié que moriríamos todos por la superioridad numérica enemiga. Luego de la guerra, a través de un oficial británico que participó en este ataque, supe que este asalto fue ejecutado por una compañía del Segundo Batallón de la Guardia Escocesa, con algunos elementos del Regimiento GURKHA. El segundo asalto (140200) fue ejecutado por otra Compañía del batallón escocés y el tercer asalto (aproximadamente a las 0400) por la tercera compañía de esa Unidad.
En base a mi apreciación (130115) ordené que le saquen el afuste a la pieza de mortero 60 que se encontraba a mi izquierda (a cargo del Dragoneante ROTELA) y tiren los 54 proyectiles remanentes hacia arriba para que caigan sobre nuestra posición. El criterio con que impartí esa orden era que los ingleses mezclados entre nosotros tenían menor protección, por lo tanto ellos tendrían más bajas. Además, dentro de lo que se podía, considerando que se estaba combatiendo cuerpo a cuerpo, grité e hice pasar la voz que tiraría contra nosotros mismos.
Se cumplió la orden, y los ingleses que estaban entre nosotros se retiraron rápidamente. Eran las 0130. Se inició así una pausa de combate donde no hubo ningún disparo hasta el 140200.
Al percibir la retirada de los ingleses, una ola de euforia corrió entre toda la Sección, y se comenzó a gritar insultos y otras cosas.
En ese período recibí los informes de bajas y estado de munición.
También en esa pausa de combate, me comuniqué con el comandante de Batallón a través del Jefe de Compañía (luego supe que el Batallón había pasado a cubrir el canal táctico de compañía). Le expuse la situación. El comandante me preguntó si quería quedarme o quería replegarme. Le respondí: «Señor, yo no controlo la situación, pero los ingleses tampoco. Si usted me manda refuerzos, yo puedo resistir». Me respondió: «…está bien, aguante que van refuerzos».
Durante esta pausa de combate, se acercó a mí el Subteniente SILVA, quien me dijo: «los que estaban atrás nuestro se fueron” (en referencia a la 5 Sección de la Compañía NÁCAR (5/N/5). Continúa…