María Eugenia Vidal, quiere volver al ruedo, pero sabe que no puede hacerlo en la Provincia. Acá ya está quemada.
Quizá por ello @mariuvidal ya no está orgullosa de ser Bonaerense. La exgobernadora provincial cambió su «bio» en Twitter con miras a transformarse, o disfrazarse, en candidata porteña.
Como particularmente nunca le deseo el mal a nadie, vaya esta humilde columna de opinión para recordarle a los habitantes de CABA el paso de la Heidi de la Política por el territorio bonaerense.
Y, como muestra basta un botón, (además aquí no entraría toda una mercería) repasemos algunas de las cosas que hizo en Educación:
Ordenó cerrar 47 escuelas rurales de la provincia; a pocas semanas de comenzar el ciclo lectivo de 2018 fue la responsable del cierre de los Bachilleratos de Adultos que afectó a 6000 alumnos; agravó, por su desidia, la situación edilicia de cientos de escuelas públicas; engaño a los docentes en las paritarias; la participación de la educación en el presupuesto provincial se recortó año tras año y muchos de los alumnos hoy no tienen computadoras porque en la era Vidal interrumpieron el programa “Conectar Igualdad» justificando que el “76% de los alumnos de escuelas primarias cuenta con un celular” fingiendo ignorar las múltiples variables que inciden en el acceso a las nuevas tecnologías.
Que sepan los porteños que, días atrás, el municipio de Escobar logro la firma del contrato que retoma la obra de la Secundaria N°11 de Garín, que fue paralizada en el 2015, situación que se repitió en tantos otros colegios de la Provincia. La Secundaria Fuentealba no fue un hecho aislado, fue parte de una política de Estado.
El pasado 5 de junio el gobierno municipal de Cañuelas llamó a licitación pública para la terminación del jardín de infantes ubicado en calle Acuña y Azcuénaga. El jardín se licitó inicialmente en 2014 y el 17 de enero de ese año se realizó la adjudicación a la empresa Ersaco S. A
La empresa trabajó en la obra hasta finales de 2015 construyendo gran parte de la edificación de 350 m2 hasta lograr un avance de aproximadamente el 65 % (A la fecha faltan las aberturas, instalaciones, cielorraso del sum y ampliación del sector de cocina).
Ese jardín se inició durante la gestión de Daniel Scioli, cuando asumió María Eugenia Vidal, las obras de infraestructura educativa se pararon. Al año siguiente, en marzo de 2016 salió un aviso institucional que confirmaba la continuidad de este Jardín en Cañuelas, pero nunca se giraron los pagos. La empresa estuvo dos años en el lugar haciendo posesión de obra, pero sin avanzar, hasta que finalmente se retiró.
Esta obra, al igual que tantas otras, fue iniciada por la Unidad Ejecutora Provincial. Su disolución en la era de María Eugenia Vidal complicó aún más el panorama de la falta de escuelas públicas en la Provincia de Buenos Aires.
En el caso de este jardín de infantes, paradójicamente, el presupuesto original era de $ 3.296.388, transcurridos siete años el remanente de la obra (35 %) cuesta seis veces más que el monto original por la totalidad.
Algo que, a María Eugenia Vidal, seguramente, no le importa. Porque nos prometió Jardines y terminó cerrando escuelas, nos prometió obras y terminó paralizándolas. Porque para María Eugenia Vidal “Nadie que nace en la pobreza en la Argentina llega a la universidad”.
Pero repito: el desastre que hizo en Educación es solo un botón, de muestra.
La Borocotó del PRO ya no está orgullosa de ser bonaerense y ahora la quiere jugar nuevamente de porteña, con tal de que le devuelvan el poder que el voto popular de los bonaerenses le quitó.
Una sandía, una enorme sandia dentro de un gran collar de sandias que deberá cargar Juntos por el Cambio, si la mantiene como candidata.
