Escobar a Diario ante un bozal mediático

El auto que ordena la medida, con fecha 8 de abril, puso en conocimiento de la misma, (como muestra la fotografía) a: La Nación, Grupo Clarín, Editorial Perfil, Grupo Atlántida, Grupo Infobae, Grupo Indalo y la Directora de “Escobar a Diario” ordenando el cese de difusión por cualquier medio de prensa y comunicación…. bajo apercibimiento de recibir una multa en caso de incumplimiento, sin perjuicio de dar intervención a la justicia penal por incumplimiento de una orden judicial.

Desde el Facebook de “un padre de familia”, recibimos su apoyo. Sin lugar a dudas, una caricia al alma.

“escobaradiario.com.ar, recibió hoy la misma medida cautelar que hemos recibido nosotros. Tal vez la señora —————– pensó como Micky Vainilla, que había que alambrar la capital, y que por eso aquí no se habían enterado que no permiten a los medios hablar de su mal desempeño, de la denegación de justicia del tutor, o de la vulneración de derechos de los menores, cuando no se los escucha y se los trata como un objeto de las instituciones. Parece que estas acciones las ejecuta muy rápido, con eficiencia y dedicadamente … (me pregunto: ¿leerá escobaradiario.com.ar ?) ¡Qué buena noticia sería!!  ya que nos acompañan muy comprometidamente, informando y sosteniendo con verdad y calidez humana de primera, como lo hacen miles y miles de personas de todo el país, sensibles, que quieren oír y hacerse eco de todos los niños que están en esta situación.

En este reclamo, que comenzó a visibilizarse hace poco más de un mes, nos hemos llevado muchas sorpresas. Organismos «serios» que trabajan con la niñez, que escucharon indignados nuestra voz, diciendo «aquí no se escuchó a una niña» de pronto nos soltaron la mano…justo en el momento que más lo necesitaba esta niña. Y a cambio nos las tomaron muchísimas personas, conocidas y anónimas, comprometidas con SER HUMANOS, MAS ALLA DE TODA IDEOLOGÍA, AUNADOS POR EL RESPETO AL AMOR GENUINO, Y EL DERECHO A SER OIDO. Hoy quiero agradecer a todos, a los más de 87.000 personas que nos sostienen…y que cuando nos reunamos estaremos todos”.

Y así será. Estamos totalmente confiados y esperanzados en la calidad humana de los integrantes de la Cámara Nacional de Apelaciones, que hará posible este reencuentro.

Magistrados que en nada se parecen a otros funcionarios, a los cuales, en realidad, no les importa lo que yo escriba, ni les importa mi vos. A los funcionarios que incumplen con su deber lo que les importa señor, señora, es que usted no nos lea, no nos escuche. No es mi mirada, ni la de Clarín, Perfil, Infobae, La Nación… la que los irrita. Es la mirada de un pueblo que tomó la bandera de los derechos de tantos niños que padecen la ineficacia y el abandono de funcionarios judiciales y de un sistema que no vela por los verdaderos derechos de estas criaturas.

La independencia de la expresión es vital para la funcionalidad y supervivencia del sistema democrático. Porque la libre circulación de ideas permite que el habitante pueda formarse su propio juicio y tomar decisiones y elegir en libertad. Si se corta dicho flujo se pone en riesgo el propio régimen.

Porque no está solamente en riesgo el derecho de quienes deseamos expresarnos, está en riesgo el derecho de los demás a que se les permita escucharnos.

A partir de la aparición de Internet la divulgación de pensamientos, ideas e información encontró un lugar de mayor participación, mucho más activa, de la sociedad. Este fenómeno que se continúa expandiendo sin límites conocidos, será la carta que la propia ciudadanía juegue para que en esta batalla de restricciones gane la palabra y no el silencio.

Por eso quiero compartir la carta de “una abuela”, que quizás ya la conozcan, pero puede ser cualquier abuela, que dice:

El silencio es salud.

Ojos cerrados, corazón contento.

Más vale malo conocido que bueno por conocer.

En boca cerrada no entran moscas.

Estos refranes, repetidos, que muchas veces use para darme consuelo, ahora surgen en mi como denuncias deformes, que seguro son para que aquiete mi espíritu.

el silencio es salud, lo recuerdo en el hospital donde ejercía, nunca lo cuestione, y sin embargo yo pensaba que solo la palabra cura.

Ojos cerrados…, es decir no contactes la realidad, invéntala en tu ilusión, hacete una Proteo que cambiaba según le convenía, y que tu corazón no sienta. Todo perfecto, en el silencio, y la negación.

En boca cerrada…, claro no entra ni sale nada. No cuestiones, no propongas, no llames a las cosas por su nombre.

Siento que mucho de esto está sucediendo ahora, por supuesto con otras palabras, pero que responden a estos refranes. No me engañan, ya soy grande.

Sigo con mis ojos abiertos, el corazón dolorido, te busco —- y hablo contigo, y digo lo que pienso y siento.

Mi alma está en vos y con vos. Y me hago cargo del primer acuerdo tolteca que me dice: “se impecable con tus palabras.”

 Gracias a todos.

Abu —-

Las gracias se la damos nosotros a esta ABUELA, con mayúsculas, que nos permite reflexionar y decidir frente a un bozal: Vamos a seguir hablando.

Con la complicidad, en este caso blanca y pura, de la gente, que no necesita que los nombre para saber de quién hablo. Y seremos “impecables” con nuestras palabras.

Impecable: Sin pecado.

Graciela Zorrilla