Anoche, a los 90 años, fallecio Diosinia Sequeira de Barrios. La referente social de la ciudad de Matheu había nacido en la provincia de Corrientes y tras un paso por Chaco se radicó en Buenos Aires en la década del 60.
Allí la conocí, en Matheu, en mi adolescencia cuando ayudaba a mi mamá en los quehaceres de la casa. Nunca faltó, nunca llegaba tarde, no la detenía ni el frio, ni la lluvia. Ahi estaba Dionisia, limpiando, acomodando, cuidándo.
Alli estaba Dionisia. Era la primera vez que yo escuchaba ese nombre y quizá por su fonética lo relacionaba con Dios. Cuando la tarea estaba lista, se acercaba a mi mamá y sólo decía «Ya me estoy yendo, che señora».
Pasaron alrededor de 15 años, ya mujer y mamá yo tambien requerí de su ayuda en los quehaceres y allí estaba Dionisia. De baja estatura, contextura menuda, con una voz chiquita, pero firme. con una fuerza y una voluntad de trabajo admirable. Timida, tan cariñosa, tan respetuosa. Con su voz chiquita al finalizar sus quehaceres me decía: «Ya me estoy yendo, che señora Graciela».
Levantó su casa ladrillo por ladrillo, Crió a sus hijos, sus nietos, ayudó a la comunidad, siempre con una fe inquebrantable. Fundó su Iglesia de Itatí en el barrio matheuense que lleva ese nombre, el merendero y comedor «María y Los Pobres», una quinta comunitaria, decenas de talleres y clases de catequesis.
A lo largo de mis 35 años de trabajo en la prensa local le he realizado infinidad de reportajes. Siempre fue amable, sencilla, solidaria, empática.
Tenía 12 hijos, alrededor de 50 nietos, y cerca de 100 bisnietos. Dionisia era un ser extraordinario en el cuerpo de una mujer simple. Nunca aflojó, nunca se rindió, nunca le falló a nadie. Un ejemplo de resistencia entre tantas debilidades.
Y ahora se fue… y me la imagino despidiendose: «Ya me estoy yendo, che señora».
Hasta siempre Dionisia, Dale un abrazo a mi mamá!