COLUMNA DE OPINION

Ver la vida como un espejo

Por Claudio Valerio

 

Según la ley del espejo, tanto las situaciones como las personas involucradas, y que nos rodean, son reflejo directo de nuestras propias emociones, de nuestros pensamientos y, por tanto, de nuestra energía. Se trata de un principio espiritual que nos lleva a considerar como oportunidades, a nuestras relaciones para con los demás y, con ello, comprendernos mejor a nosotros mismos… La Ley del Espejo nos dice que, en el mundo exterior, todo lo que vemos y experimentamos está en correspondencia con lo que nosotros llevamos dentro.

“El mundo exterior actúa como un espejo, reflejando tanto nuestra luz como nuestra sombra, siendo un retrato de nuestro mundo interior”.

La vida es un espejo y en ella uno recoge lo que siembra; aunque a veces, lamentablemente, este espejo se confunde y entre lo que uno siembra, en el reflejo se devuelve hierba mala.

Si alguien nos provoca enojo o irrita, es probable que algunos aspectos de nosotros mismos sean reflejados o manifestados, por lo que necesitarán atención o sanación. Por otro lado, si alguien nos inspira o bien sentimos una profunda admiración por ella, es posible que estemos reconociendo cualidades que se encuentran en nuestro interior… A partir del espejo de las emociones, cuando nos encontramos con personas, ya sean estas positivas o negativas, y en nosotros se manifiestan fuertes emociones, es posible que podamos utilizar estas experiencias como un espejo que nos permite ver esos aspectos ocultos de nuestro ser.

Acerca de la vida y de cómo se refleja en uno mismo, le Preguntaron a Mahatma Gandhi cuáles son los factores que destruyen al ser humano y, sabiamente él respondió: el Placer sin compromiso, la Riqueza sin trabajo, la Sabiduría sin carácter, La Política sin principios, la Ciencia sin humanidad, los Negocios sin moral y la Oración sin caridad. La vida me ha enseñado que si yo soy amable, la gente es amable; que si estoy triste, las personas están tristes; que si yo los quiero, todos me quieren; que si yo genero odio, todos son malos; que si les sonrío, hay caras sonrientes; que si estoy amargado, hay caras amargas; que si yo estoy feliz, el mundo está feliz; que si yo soy irritable o enojón, la gente es enojona; que si yo soy agradecido, las personas son agradecidas… «El que quiera ser amado, que ame».

La vida es como un espejo; por lo que, según sea la actitud que tomemos frente a la vida, es la misma que la vida tomará ante nosotros.

La vida es un viaje interno tanto como externo; ley del espejo nos lo recuerda. El hacer lo consciente y lo inconsciente, a través de nuestro conocimiento personal y descubriendo nuestras sombras, encontraremos el equilibrio y, empezando con la relación con nosotros mismos, mejoraremos la calidad de nuestras relaciones con los demás… Enfoquemos la vida de una manera más adaptativa y positiva, aprovechando al máximo cualquier situación adversa.

. Desde la ciudad de Campana (Buenos Aires), recibe un Abrazo, y mi deseo que Dios te bendiga, te sonría y permita que prosperes en todo, y derrame sobre ti, Salud, Paz, Amor, y mucha Prosperidad.

Claudio Valerio

© Valerius.

Noticias relacionadas

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Close