
Muchas son las veces que, en nuestro diario vivir, están esas pequeñas frustraciones que nos impiden el poder apreciar la vida en el presente.
Pero, como vamos envejeciendo, aprendemos a liberarnos del desorden y confusión. Dejamos de invertir nuestro tiempo en cosas banales volviéndonos más humildes y menos dispuestos a dramatizar.
¡Qué importantes es aprender de la vida con el paso del tiempo!
Es un hecho que el frustrarnos a veces es inevitable; pero, no obstante, debemos de ser positivo y seguir adelante con nuestra vida. No importa cuán estresante sea una situación, lo que hoy vemos inoportuno, es probable que dentro de un mes no nos importe. Seamos conscientes que no nos resulta posible tener el total control de todas las situaciones; y, considerando esto último, dejemos de lado las tonterías y procedamos.
Nuestro tiempo es limitado, por lo que utilicémoslo para estar cerca de aquellos que nos hace bien al corazón y que podamos sonreír. Dejemos de lado esas fantasías en torno de los momentos perfectos y prioricemos el dar, como el entregar.
Seamos personas felices y, con actitud, comportamiento y carácter, creemos vínculos con los demás y así formar nuestra autoestima y personalidad… Para esto último nuestro nombre no sólo refleja nuestra historia familiar; también resulta fundamental para la individualidad y cultura.
Con su escrito, la poeta y escritora Irma Gaibor García, del Ecuador, nos hace reflexionar el impacto que representa el nombre tanto sea a nivel social, como el individual.
Nada guardamos en esta vida, por lo que primero ‘damos’, para así recibir; y esto es aplicable al amor, a la tolerancia y aceptación, como también al servicio y el perdón.
Tu nombre
Tu nombre
un seguro refugio a mi tristeza,
una dulce caricia, un gran sosiego,
un lirio que platica con el viento.
Tu nombre
la magia que llegó en justo momento
a silbarme su música al oído:
una canción que trae verso y vino.
Tu nombre
―lo repito callada y lo festejo―,
ha traído los ritmos necesarios
para multiplicar mi mundo loco.
Tu nombre
magia y verso, es nombre de hombre grato
un verano instalado en mis inviernos,
alas fugaces de ave en alto vuelo.
Tu nombre
locura pasajera o para siempre,
zafiro amado sin edad ni miedo
arcoíris y miel, color del beso…
Tu nombre:
canción que me enamora,
versos y flores rojas, querubines
que flechan de pasión mi corazón.
Tu nombre
relámpago radiante en plena noche
imaginaria luz que me ilumina,
e incendia mi razón, mi paz, mi cuerpo…
Algunos autores sostienen que los nombres son vibraciones producidas por la unión de las sílabas que forman un sonido y este, a su vez, emite una vibración que crea una energía; Y esta energía se pueden entender matemáticamente… Las formas de interacción de este tipo de energía con el medio ambiente generan una reacción que puede o no ser favorable.
¡Qué importancia tiene el nombre para nuestra identidad! El nombre asignado resulta crucial para nuestro reconocimiento y puede dejar una huella personal y social indeleble.
Desde la ciudad de Campana (Buenos Aires), recibe un Abrazo, y mi deseo que Dios te bendiga, te sonría y te permita prosperar en todo, y derrame sobre ti Salud, Vida, Paz, Amor, y mucha Prosperidad.
Claudio Valerio-®. Valerius