Así es la vida, prueba y error; tomemos consciencia de esta cuestión de vida… El tiempo de vivir, es eso, una cuestión de tiempo; porque la vida solo dura un momento.
Si partimos del análisis de situaciones cotidianas, aparentemente insignificantes, podremos demostrar y hacer referencia a la pérdida de tiempo de nuestros días. Si bien suena cómico, es posible concientizarnos de que, al término de nuestra existencia, habremos perdido una importante cantidad de tiempo.
Muchos de nosotros desearía sacar un mayor provecho de las 24 horas diarias y, están aquellos, no pocos por cierto, que a menudo se quejan por la falta de tiempo… ¿Nos damos cuenta de cuán acelerados estamos? En este sentido, posiblemente el problema radicaría en ser exitistas, esa tendencia occidental instalada en nuestro ser y que, empleando parámetros y resultados cuantificables, se intenta satisfacer nuestro bienestar económico y las ansias por lograr el éxito. Expresado esto último de una manera más sencilla, continuamente estamos pensando en términos de no perder tiempo, o bien en ganar tiempo. Pero lo cierto es que nos cuesta explotar todo nuestro potencial, se nos dificulta encontrar la clave que nos permita mejorar nuestro diario vivir, sin que ello signifique vivir como esclavos de todas las cosas que hay por hacer y de qué hacer.
Pero, ¿cómo optimizar nuestra vida? ¿Qué hacer? … Nos es imposible añadir una hora más a nuestro día, nos es imposible detener el avance de los años; nuestra agenda incluye una jornada laboral extenuante e ineludible, un transcurrir de tiempo que jamás podremos volver atrás.
Descubramos la forma en que podamos distribuir el tiempo en torno a prioridades deliberadas, sin perder calidad de vida, dado que es el mejor camino para equilibrar el péndulo del tiempo… Las hojas del calendario van cayendo como si se tratara de un otoño y, con ello, nuestra vida se nos pasa volando; el reloj de la vida no se detiene. Pero en nosotros está el determinar cómo vivir cada minuto que Dios nos concede… ¡El tiempo es tirano y en ningún momento para la mano! ¿Hay otra forma de apreciar, y de manera creativa, la idea?
¡No todo es cuestión de tiempo, es un asunto de establecer prioridades!
Desde la ciudad de Campana (Buenos Aires), te envío un Abrazo, y mi deseo que Dios te bendiga, te sonría y permita que prosperes en todo, y derrame sobre ti, Salud, Paz, Amor, y mucha Prosperidad.
Claudio Valerio
®. Valerius
