LA VOLADURA DEL PUENTE FITZ ROY EN MALVINAS
Parte V
* Los autores del libro señalan la voladura del puente Fitz Roy, en la campaña de Malvinas, como «el único obstáculo verdaderamente sangriento que los ingleses debieron sufrir».
Bibliografía: Martín Antonio Balza, coronel (Coordinador), Malvinas: Relatos de Soldados, volumen No 154, 2da edición, Biblioteca del Suboficial, Buenos Aires, Año 1992.
EL MINADO DEFENSIVO
Fuente: Taringa
De acuerdo con informes oficiales en Malvinas fueron utilizadas minas anti-personal importadas de Libia (MAPA y TRA), Israel (número 4), Italia (SB-33), y España (P4B). Según un informe de mayo de 2001 de Argentina, 20.000 minas anti-personales EXPAL P-4-B, y FMK-1 fueron sembradas durante el conflicto 1982. En julio de 2002, se agregó que también habían sido utilizadas minas AP SB-33. En las Islas Malvinas hay 101 campos de minas que cubren 20 kilómetros cuadrados y que contienen 16.000 minas. Las áreas minadas son principalmente playas y áreas de turba, y están marcadas y cercadas.
Los Ingenieros Anfibios de la Infantería de Marina, estos hombres eran los encargados de minar zonas que podrían ser usadas para un desembarco enemigo y también prepararon las primeras defensas para contrarrestar un posible ataque.
Compañía de Ingenieros Anfibios
En el año 1982, la Compañía es destacada al Teatro de Operaciones de Malvinas en apoyo a distintas unidades de las Fuerzas Armadas, formando parte de la Agrupación de Ingenieros Malvinas. Allí vive su Bautismo de Fuego al cumplir tareas de instalación de obstáculos minados y trampas explosivas, demoliciones, obstáculos y en la remoción de bombas de distintos tipos, entre ellas, las Beluga, particularmente en la zona de Puerto Argentino e Isla Borbón.
El teniente de corbeta Omar Héctor Miño lo que llevaba en sus manos los registros de los campos minados ya que era el jefe de la sección de ingenieros que posteriormente en la noche del 14 de junio se constituye como la quinta sección Nácar del BIM 5 que intentó infructuosamente reforzar las posiciones de la 4ta sección para atacar al enemigo, durante un contraataque resulta herido Miño pero aun así rescata a uno de sus soldados que también estaba herido bajo el intenso fuego del enemigo y pudo trasportarlo en el replegué final hacia Puerto Argentino. Esta Acción Heroica le mereció una medalla al Heroico Valor en Combate, es conocido como el “Loco Miño” actualmente es capitán de navío.
Durante el conflicto del Atlántico Sur sufrió las bajas del cabo primero infante Jorge Cisterna y los conscriptos 62 Víctor Olavarría, Ramón Ordoñez y Vicente Díaz. Sus integrantes, luego de ejecutar las tareas específicas de la Compañía se organizaron como una subunidad de infantería, combatiendo de este modo hasta el final del conflicto. Uno de sus integrantes, Miño, condujo a su fracción hasta su repliegue definitivo, pese a la herida recibida. Luego del 14 de junio de 1982, la mitad de los cuadros de la Compañía quedaron prisioneros de la «TASK FORCE’ (RUGB) para efectuar la remoción y delimitación de los obstáculos minados existentes, regresando al continente el 14 de julio de ese año a bordo del buque HMS “Saint Edmondt». Condecoraciones «Honor al Valor en Combate» por «operar con gran espíritu de arrojo, valor y sacrificio al ejecutar tareas de construcción de obstáculos, instalación de campos minados y preparación de voladuras, sin consideración de los bombardeos enemigos aéreos y navales.
Posteriormente ante la presión enemiga e imposibilidad de continuar con su tarea específica, reorganizarse y combatir con valor y eficacia como infantería». Su bandera de guerra fue condecorada en el año 1985 por el gobierno y el pueblo de la provincia de Santa Fe por «HABER COMBATIDO EN EL ATLÁNTICO SUR».
Minado en Sapper Hill
En Sapper Hill la Compañía de Ingenieros Anfibios realizo el trabajo de minado a cargo del teniente Héctor Miño un trabajo bastante eficaz y completo desde todos los puntos de instalación de campos minados. La compañía de ingenieros anfibios tuvo como jefe en Malvinas al capitán de corbeta infante de marina, Luis Arístides Menghini, el teniente Miño Héctor era el Jefe de la 1ra sección de Ingenieros que realiza estos trabajos, que fue agregada al batallón cinco a partir del 25 de abril, estos trabajos se realizaron entre el 3 y 18 de mayo en la ladera sureste de Sapper Hill y sobre la ruta que va desde Puerto Argentino a Fitz Roy se colocaron alambradas de valla doble de 500 metros de ancho por 3 metros de profundidad, se colocaron 250 trampas explosivas con mecha rápida y tirafrictor en los postes de las alambradas vallas de 800 metros de ancho por 3 de profundidad , se colocaron 1500 minas AP y AT en 32 paneles de 3 líneas intercaladas.
Estos campos minados lograron detener el avance de las tropas de Guardias Galeses. Luego de la rendición, la Compañía de Ingenieros Anfibios como un gesto de caballerosidad entrego los mapas a los británicos y confecciono los registros de estos, para su desminado. Los cuadros de esta compañía son regresados al continente el 14 de julio a bordo del HMS “Saint Dumond”, luego de entregar los registros y mostrar las áreas minadas por la infantería de marina.
La Compañía de Ingenieros 601 del Ejército, trabajo junto con la Compañía de Ingenieros de la Infantería de Marina. Incluso las primeras minas terrestres colocadas, pertenecieron a la Armada.
Luego fueron enviados a colocar obstáculos al sur de Puerto Argentino, donde se encontraba el RI 3, para no permitir un desembarco enemigo. Con las órdenes recibidas del entonces teniente coronel Daniel Ubaldo Comini, instalaron unos cientos de minas. El coronel (R) Roberto Francisco Eito, resalta acerca de la instalación de minas en la noche: «hubo que superar con voluntad las limitaciones de luz, es muy riesgoso instalar sin ver. Desde el primer al último día los soldados cumplieron.» También, tuvo que acompañar a comandos en una misión, ya que debían pasar por un campo donde habían cumplido misiones de minado. Respecto a los soldados relata: «Al primer día les enseñamos a colocar minas, el segundo día lo hacían perfectamente solos.» con respecto a los ingenieros; “Siempre tratamos de hacer más de lo que se podía. Cumplimos con el lema de Ingenieros, que es ¡Siempre adelante!”.
Continúa…