
Ya sea en nuestra religión, como en las otras, al mundo lo vemos con sus problemas; y, a los profesores, los curas y a los padres, lo hacemos a partir de los filtros y anteojos que nos han puesto en nuestra crianza… Ellos, según su visión, nos han educado para que sepamos distinguir lo que es bueno y lo que no lo es, en lo que es motivo de orgullo y lo que nos tiene que avergonzar; entre lo sagrado y lo irrelevante y lo libertino.
La inmensa mayoría de nosotros, vivimos próximos a la fe, prácticamente estamos en la orilla; a través de nuestra fe pedimos y ella nos exige poco.
Todos estamos llamados a creer, a confiar, a tener esperanza; son muchas las cosas que creemos y que no son ni necesarias, ni vitales para este presente, y para la vida eterna… Veamos a las cosas a través de nuestro corazón. Ayudemos a aquel faltante de visión corporal y con la imposibilidad de trabajar honradamente para ganarse la vida; el necesita de nuestra ayuda para situarse en el camino de la gracia.
Que no nos falta fe y que la misma sea aumentada día tras día… La fe es tan importante, y hasta más, respecto de la física.
Desde la ciudad de Campana, Buenos Aires, recibe un abrazo y mi deseo que Dios te bendiga, te sonría y permita que prosperes en todo, derramando sobre ti Salud, Paz, Amor, y mucha Prosperidad.
Claudio Valerio
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