Los pesimistas crónicos frecuentemente se preocupan por no tener algo para preocuparse… ¿Hemos mostrado más quejas que agradecimientos, más incertidumbre que confianza, más malhumor que alegría?; ¿Hemos sido como esos pesimistas, siempre buscando cosas de que lamentarnos?
Si somos personas positivas, necesitamos andar de cabeza erguida, brillar y transmitir fe. Si somos positivos sabremos que nuestras enfermedades son curadas, que nuestras necesidades pueden ser suplidas y que conocemos el camino para la vida feliz.
Si nuestra vida parece un mar revuelto, debemos creer en nuestro poder de superación para tener bonanza. Si a veces nos sentimos perdidos, debemos recordarnos que podemos encontrar el Camino. Si nos falta dinero, debemos creer ese estado es transitorio, y que la felicidad interior vale más que todos los tesoros del mundo.
Seamos optimistas crónicos; nada hemos de temer. Descansamos en medio de tempestades y vendavales; creamos en lo que no vemos, porque somos fuertes cuando enfrentamos dificultades. Seamos los que conmemoran la victoria aún antes del fin de una batalla y seamos agradecidos antes de tener los sueños realizados.
Muchos se desaniman y se vuelven atrás, nosotros preferimos perseverar y seguir adelante. Muchos se preocupan, nosotros optamos por confiar; y, aunque muchos duden, nosotros no desistimos de creer…
Somos optimistas porque tenemos un corazón en paz, y ésa es la razón de todo nuestro optimismo y felicidad.
Desde la ciudad de Campana (Buenos Aires) recibe un cordial abrazo, y mi deseo que Dios te bendiga, te sonría y permita que prosperes en todo, y derrame sobre ti, mucha Prosperidad, Amor, y Paz.
Claudio Valerio
® Valerius