Conocé quienes motivan las denuncias de fraude 

En medio de la campaña para sumar fiscales de cara a la segunda vuelta, LLA señaló en un documento que luego de las elecciones generales “diversos medios de comunicación” y “personas en redes sociales” informaron “distintos hechos sucedidos, algunos de los cuales configurarían «fraude electoral». Esto lógicamente no prosperó porque no fue fundamentado ni probado cuando la Justicia le pidió a los denunciantes pruebas concretas y creíbles.

Pero lo que ocure en el pais no es un hecho aislado sino parte de la política de un movimiento internacional claramente detectado.

El socialdemócrata Pedro Sánchez, fue reelegido como jefe de Gobierno de España. A pesar de que este país vive una democracia plena hay una fuerte corriente que intenta instalar que Sánchez es un dictador, que ha tomado el poder de manera ilegal y que su gobierno es fraudulento.

El intento por invalidar la democracia representativa española tiene una relación directa con las falsas denuncias de presunto fraude que ocurre en la Argentina, que hoy definirá quien será el próximo presidente.El absurdo es que estas denuncias existen desde antes de que el pueblo concurra a las urnas.

La credibilidad del sistema electoral es la base de la legitimidad democrática, de alli la importancia de explicar dónde radica la relación de estos intentos conspirativos.  Detras de este tema hay dos personajes ligados al lider de la LLA. Santiago Abascal, líder del partido de ultraderecha Vox. Milei , participó de sus últimos congresos, ya sea de manera presencial o virtual. El otro personaje es Tucker Carlson, un periodista norteamericano que viajó en estos a España para entrevistar a Abascal, y después afirmar: “Lo que ocurre aquí es lo que puede ocurrir en el resto de Occidente. La izquierda española está por tomar el poder del país de manera ilegal”, Una hiótesis como la de Milei y su entorno «totalmente infundada». Casualmente Tucker Carlson, viajo hace semanas a la Argentina a entrevistar a Milei.

La relación Santiago Abascal-Javier Milei se remontan a septiembre de 2019, cuando el entonces secretario general del partido ultraderechista, Javier Ortega-Smith, se dejó ver junto a Victoria Villarruel, representante del Partido Demócrata. Lo hicieron durante una conferencia organizada en nuestro país por la delegación local de El Club de los Viernes, un think tank afín a Hazte Oír que recoge entre sus filas a neoliberales, conservadores, paleolibertarios y anarcocapitalistas. En esa oportunidad Villaruel departió sobre los peligros de la ideología de género, los lobbies LGTBI, el derecho al aborto, la eutanasia, el animalismo, el cambio climático, la izquierda y el comunismo, calificados todos ellos como ‘males endémicos’ de la sociedad contemporánea.

«Estas ideas representan supuestos derechos individuales, pero detrás hay intereses de grupos internacionales», dijo entonces Villarruel, apelando a los peligros del «globalismo» y replicando, punto por punto, el mismo argumentario que exhiben, todos los partidos ultraderechistas y populistas internacionales vinculados con Steve Bannon, desde Giorgia Meloni en Italia o Viktor Orbán en Hungría hasta Jair Bolsonaro o Donald Trump en Brasil y Estados Unidos.

En cuanto a Carlson cabe destacar el rol de este personaje si queremos comprender este movimiento mundial que intenta debilitar a las democracias occidentales, por medio de la repetición de denuncias de fraudes que, en realidad, no existieron. Por ello resulta útil recordar cuando Joseph Biden derrotó a Donald Trump en las elecciones de 2020, Carlson fue el principal difusor de la teoría del fraude desde la pantalla de Fox News y tuvo un papel importante para producir el asalto de personas enardecidas al Capitolio el 4 de enero del 2021.

Pero este no es un caso aislado, la situación se volvió a repetir meses después,cuando Lula Da Silva ganó en Brasil. Carlson denunció desde Estados Unidos que hubo fraude. El video se viralizó en Brasil y el día de la asunción de Lula una turba enloquecida tomó el palacio de Gobierno y reclamó una intervención militar en la puerta de algunos regimientos.

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­Javier Milei, amigo personal de los Bolsonaro, dijo que había motivos para sostener que en Brasil hubo fraude. Imposible olvidar que, en aquellos días de sublevación e incertidumbre, todos los gobernantes del continente respaldaron la limpieza de la elección , pero en la Argentina hubo dos dirigentes importantes que no lo hicieron: el propio Milei y la presidenta del PRO, Patricia Bullrich.

Ese movimiento internacional se repitió la semana pasada en nuestro país cuando Javier Milei denunció que las elecciones del 22 de octubre fueron fraudulentas y su hermana Karina esta semana se presentó ante la Justicia para pedir que desplazaran a la Gendarmería del operativo electoral y calificó la elección de octubre como “un fraude colosal”.

Sin enbargo, estas afirmaciones de Milei son sólo para generar dudas y malestar en el electorado, toda vez que su fuerza política, La Libertad Avanza, avaló la limpieza del proceso electoral al firmar el escrutinio definitivo.

Por otra parte, en el dia de ayer, la jueza María Servini de Cubría explicó que el artículo 106 del Código Electoral autoriza expresamente a los partidos a vigilar y custodiar las urnas y su documentación desde el momento en que se entregan hasta que son recibidas en la Junta Electoral. De hecho, es lo que sucede usualmente en todas las elecciones.

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De allí que resulta importante estar en alerta porque si esta misma noche ocurriera que Massa triunfa por una pequeña diferencia, la Argentina podría ser el nuevo escenario donde se produzcan los mismos disturbios que sacudieron a Washington y a Brasilia.