“¿Saben cuál es la primera tentación del demonio a una persona que ha comenzado a servir mejor a Dios? … El respeto humano”. (Juan Bautista María Vianney, El Cura de Ars)
San Francisco de Sales, con una muy ingeniosa comparación, nos invita a pensar de lo desacertado que es darle una importancia excesiva al pensar de los que nos rodean: “Temblar ante el juicio de los demás, es como tener reparo de viajar en verano por miedo a las moscas”.
Traer pureza a nuestros sentimientos nos dará la libertad de ser realmente la persona que queremos ser, dejando a un lado el quién “deberíamos” ser.
Sin importar donde nos encontremos, durante el día por nuestra mente pasarán algunos pensamientos negativos y harán que tengamos alguna duda, que ensombrezca nuestra jornada.
Escuchemos a nuestra voz Interior y confiemos en ella. Encontremos esa voz interior y, sin importar lo que nos digan que debemos hacer, démosle atención.
Tengamos en cuenta que no siempre lo que nos digan, aprueben o desaprueben las otras personas, es lo correcto. Es ese el momento de que te tomemos un descanso, hagamos una pausa y escuchemos lo que nos dice nuestra voz interior. Es mejor hacer caso a nuestra conciencia para percibir la verdad, porque de esta voz que nos busca, saldrá el mejor consejo que podamos escuchar. Ella nos guiará y es la que trae pureza a nuestros sentimientos, permitiendo ser la persona que realmente queremos ser.
Todas las respuestas que buscamos las tenemos en nuestro interior, encerradas; por lo que escuchemos esa limpia y pura voz. No nos dejemos esclavizar por el temor a lo que dirán los otros; es el momento de dejarlos ir.
El Cura de Ars, Santo así conocido de la comuna francesa homónima (Juan Bautista María Vianney), en vida atormentado por el diablo y que, gracias a esto lo ayudara a hacer más viva y desinteresada su caridad, básicamente decía que “el respeto humano es la primera tentación del demonio a una persona que ha comenzado a servir mejor a Dios”.
Esto se entiende como que el respeto y caridad nos inspiran amor y, con él, podremos liberarnos de viejas estructuras y, por otra parte,en la mansedumbre y silencio de un corazón Inocente, se encuentra nuestra Sabiduría y que es nuestra Voz Interior.
“Delante de Dios, todos somos lo que somos, nada más ni nada menos”, dijo el cura de Ars en cierta ocasión y manifestara que tras haber recibido dos cartas en el mismo día: en una se le decía que era un gran santo y, en la otra, que era un hipócrita y un impostor. Según el santo, “En la primera me hacía mejor de lo que soy y la segunda me hacía peor de lo que soy” … El mejor consejo que podemos escuchar es el de nuestra voz interior, que nos busca y guía; la que nos dice que nos apresuremos en el camino, ni queramos seguir los pasos de otros. Descansemos un momento y escuchemos lo interno.
En el momento de tomar alguna decisión, es importante que nos mantengamos serenos y, así tranquilos con nuestra consciencia, estar ante la presencia de Dios.
Desde la ciudad de Campana (Buenos Aires), recibe un Abrazo y mi deseo que Dios te bendiga, te permita que prosperes en todo y derrame sobre ti Salud, Paz, Amor y mucha Prosperidad.
Claudio Valerio
®. Valerius