Si hoy yo te dijera ciertas cosas, te juro que no me creerías. Por ejemplo, las veces que, sin estar presente, te he extrañado.
Y, ¿qué tal si hoy te dijera que dentro de mi existe un amor que esparce una paz infinita y transformadora, que desconoce todo mal?
Te valoro tanto… Le pido a Cristo, Nuestro Señor, que ilumine tu pensamiento y puedas vislumbrar la senda que Él ha trazado para ti.
Si yo te dijera, amiga querida, que existencia irradia una luz que apaga la discordia y la envidia. Una luz para evitar conflictos y hacer nuevos amigos. Tu eres una de esas personas que tiene, en su interior, una luminosidad constructora, porque es capaz de crear nuevos caminos y que te une a lo espiritual. Por esto, una y otra vez le pido Dios que te tenga lista y preparada para todo lo que estés atravesando y de todo lo que la vida te depare; que te guíe por la senda que hayas elegido y acompañe en cada paso dado.
Dios nos da la buena salud, de cuerpo y alma, nos da la alegría que se perpetúa, nos da la realización de sueños y, también, ¡amigos que nunca nos abandonan!
¿Has pensado que eres una persona muy especial y que, a pesar de que dentro de ti hay tolerancia y bondad, existe un bárbaro que sabe luchar y defender a los suyos?
Tú tienes luz propia y, por amor a ti y por lo te crees, acéptalo y brilla. Conquista, vive, construye tu presente y no aceptes las derrotas; dentro tuyo existe un universo que está en permanente construcción. Dentro de ti tienes todo lo que necesitas para vivir, en donde lo imposible es apenas una fuerza que no te impedirá realizar lo deseado.
Que el espíritu de Dios te conduzca y te sostenga y tus ojos reflejen esa llama divinamente concebida y que es capaz de incendiar una ciudad.
Desde la ciudad de Campana (Buenos Aires), recibe un Abrazo, y mi deseo que Dios te bendiga, te muestre su rostro, te sonría y permita que prosperes en todo, y derrame sobre ti, Salud, Paz, Amor, y mucha Prosperidad.
Claudio Valerio
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