Contraalmirante Carlos Robacio – BIM 5 (relato) :
A las 3 de la madrugada del 14 de junio hicimos uno de los
contraataques más intensos contra el enemigo, en Tumbledown, junto con la compañía de Ejército del Mayor Jaimet. Ellos son los que chocan con los famosos gurkhas.
Los nuestros eran más o menos 150 hombres. Ellos eran entre 800 y
1.000. allí concentré fuego de la artillería de Ejército . Según me
contó luego el General inglés Wilson, de la Quinta Brigada –con quien
conversé cuando estuve prisionero- allí sólo quedó un tercio en pié.
Los barrimos. Aunque ahora lo niegue, fue así.
Todo un regimiento de ellos chocaba contra 60 u 80 hombres míos, y los bajamos sin asco, y los paramos. Una de las preguntas que me hicieron fue porqué no había contraatacado, si les habíamos quebrado el ataque.
Yo tenía a la Compañía Mar lista para el contraataque. Pero la
realidad es que, cuando podíamos hacerlo, ya no teníamos munición. Por otra parte, había llegado la orden de repliegue. Sobre nuestras
posiciones caían mil proyectiles de obuses por hora, además del
bombardeo naval, más los aviones y los helicópteros. Era tremendo. Así
y todo, podíamos haber contraatacado, de haber tenido un poco de
munición. Pero, no hubiera cambiado el curso de la batalla. La suerte
estaba echada. Claro: los ingleses no sabían mi situación real.
Esperaban el contraataque nuestro. Rezaban, me dijeron, para que no
contraatacáramos. Pero…¿Con que?…Cuando les conté que nosotros
éramos un batallón, no lo podían creer. También recuerdo que, en el
momento de decidir el contraataque, llamo a los oficiales de mi Estado
Mayor y les cuento mi plan. Tomo la carta y hago un esbozo de las
órdenes. Ellos se miran entre sí. No dicen nada. Cumplen. Pero después del 14 de junio, a mí me había quedado una duda: ¿porqué se miraron entre ellos? Un día se los pregunté. Me dijeron que pensaban que yo estaba loco. Entonces, una vez que pasaron las cosas y terminó, yo seguí preguntando: ¿Y ustedes que hubieran hecho, aún así? “Hubiéramos cumplido la orden. Punto”. ”Eso era el BIM 5. Eso es lo que vale. La confianza. Pero quisiera destacar que en Malvinas cada uno luchó con lo que pudo, y con lo que tuvo. Por cada uno de nosotros caían seis o siete de ellos. Ahora ya saben que no les tenemos miedo, que no somos indios y que sus soldados no van a venir de pic-nic.”
En las horas mas oscuras …¡ que viva la patria !